domingo, 1 de abril de 2018

"AMADO POR LAS NINFAS"


"Un Amor Apasionado"


- Ya lo sé, no te preocupes tanto-
Ella lo observa desde lejos,
lo sigue,
padece su tortura de no poder juguetear con él,
su Julio, su amor,
zambullirlo de nuevo entre las aguas,
conducirlo hasta las profundidades para doblegarle en su altivez;
disfrutar de su amor apasionado,
convertirlo en un hilo de su extensa cabellera y recorrer los ríos,
mares, la vía láctea,
el universo entero,
por siempre,
para siempre, hasta el final que nunca es,


pero que siempre existe.
!!! JULIO !!!
!!! JULIO !!!
Julio tenía catorce años y estando cerca  el caserío Aragüita,  en casa de su tía decide venirse, toma la parte más angosta, como los demás que igual pasan en el  puente Marín.  
Llevaba una mochilita, sus alpargatas amarradas en la trabilla del pantalón y el estómago lleno, de la impaciencia del camino.
Su tía María le había preparado unos cambures, que él no había despreciado, con reiterada flaqueza; pensativo, soñador como todo muchacho, con lograr lo inalcanzable y contemplar su familia, lanza guijarros del camino para extasiarse en las prohibitivas aguas que lo atraen como la luz a la oscuridad, o como el relámpago a las nubes, o como una boca ansiosa a otra boca,  cuando observa las ondas luminosas como diáfanos luceros, embriagantes, titilantes, y casi inconscientemente, voltea, por instinto, y la ve allí, sentada en una singular piedra gris a la orilla del río; el cabello largo, tan largo que sus puntas, a semejanza de pinceles, perezosamente dibujan arabescos en el cristalino, que le recordaban el nombre de Julio, el nombre amado.
JULIO, JULIO, Julio, julio, julio, julio, julio, julio....


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