sábado, 26 de diciembre de 2020

¡GUÁCALA! COMÍ GATO


 Trabajé en Los Teques, hacia el año 1971, donde se exhibía un restorán por los lados de la autopista, que continuamente estaba lleno de muchos clientes ya que se servía un exquisito  arroz muy bien condimentado, como nos gusta a nosotros los venezolanos, a pesar de un comentario que escuché a una joven china, cuando se le preguntó sobre el arroz chino, contestó, que el que ellos comían era blanco, pero que lo hacían bien condimentado, porque  así le gustaba a sus clientes venezolanos, constatando con esto que el arroz chino, nació fue en Venezuela y es por lo tanto venezolano.

Bueno, no queriendo desviar el título de la historia, continúo:  


...Así que adorando la comida bien condimentada, me hice fans de este restorán y degustaba regularmente, sola o acompañada la exquisita comida china. Estacionaba mi volswagen  a un lado del local y nos quedábamos charlando y comiendo sabrocitos taquitos de carne. Pero, me trasladaron a Ocumare y ya no se me hacía factible llegar hasta allá para este tipo de comida, sin embargo un día me dispuse y me fuí con una amiga, enumerándole las delicias que se podía pedir en el establecimiento.

Llegamos, estacionamos y observamos que el lugar estaba descuidado, había basura y preguntamos a una persona que hacía de vigilante, sobre lo que estaba pasando, y por qué el lugar estaba cerrado. El hombre, ni corto ni perezoso, me contestó:_ Está así, porque el Ministerio de Sanidad lo cerró, ya que fue denunciado por la comunidad de que había un cementerio de gatos en el patio, cerca de la cocina. ¡Guácala!....¡Guácala!, hasta ganas de vomitar me dio; me fuí al carro, me senté a controlar mi convulsionado estómago... y bueno aquí estoy con mis recuerdos, tratando de controlar mi convulsionado estómago... y cada vez que he comido en la calle, viene a mi mente "del día en que comí gato sumida en la ignorancia total"

Que conste que no critico, cada quien come lo que quiera, lo que le guste, lo que apetezca, lo que su cultura y tradiciones le haya inculcado, pero ese plato no es de todas las culturas, por lo tanto si lo va a cocinar en algún otro país, debe ofrecer y explicar en qué consiste la vianda, o sencillamente estudiar las costumbres del país asilo, y por muy rico que le parezca a él , ignora si al "otro" le va gustar, cuando lo primero que pensamos es "pobrecito el animalito".

Y haciendo historia, en algún lugar escuché que en China, en tiempos de guerra, había que comer lo que cazaran, porque estaban escondidos en cuevas y se acostumbraron a comer cualquier cosa.  Así que, amigos, esperemos que la guerra, la destrucción de la cosecha,  enfermedades, plagas, terremotos, volcanes, granizo, nieve e inundaciones, o sanciones nos lleve a comer, aún con los ojos cerrados, lo que criticamos hoy de los chinos, porque todo puede suceder, "La arepa en el fogón una vez por un lado y otra vez por el otro", como consecuencia de la deshumanización de la humanidad, que nada, ni nadie le importa un comino, mientras..... tenga...... billete.