La verdad que estar sin un oficio, profesión predeterminados por la rutina, es realmente tedioso y molesto; por lo menos antes cuando iba al preescolar me levantaba a diario pensando en lo que iba a realizar ahí, la ropa que iba a usar, con quienes me iba a encontrar, que planes había para resolver, ya que el Ministerio de Educación todos los días manda algo nuevo, estamos terminando algo, cuando ya tenemos otro trabajo en los bolsillos, es un horario "corrido, corriendo" como me decían las monjas.
Las mejores, pues son dulcitas
Lo primero que hago es ir a limpiar mis germinados, ahorita como hay lluvia, no riego las matas, sino que saco a la perrita nueva y me entretengo con ella en el patio, después me vengo a la cocina a prepararme el desayuno o los desayunos si hay alguien mas levantado, con mi buena taza de café, porque lamentablemente me he convertido en cafesera, aunque espero no convertirme en cafetera, hoy de desayuno me comí un plato de espaguetis con lentejas, en vez de la arepa que me preparo a diario, no salí a buscar la pira y el orégano para el té, porque estaba lloviendo.
Yo por mi parte no he salido a ningún lado, no he ido más a la escuela, no he ido a ensayar, como población en riesgo, me he dedicado exclusivamente a enterarme de las noticias mundiales, a opinar cuando hablan mal de Venezuela, sobre todo con respecto al covid, ya que como todos sabemos, las pruebas, el diagnóstico, el tratamiento y la hospitalización es completamente gratis, y estuvimos bien, todos los casos aumentaron cuando se inició la entrada de migrantes venezolanos desatendidos de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Panamá, Chile y Brasil, por las autoridades sanitarias de esos países, que están arrastrando un pesado fardo y por supuesto no pueden con los extranjeros, aún recibiendo donaciones para atenderlos debidamente, lo que se puso en evidencia cuando no dejaban que los venezolanos cruzaran la frontera hacia su patria y los mantuvieron prácticamente secuestrados y contaminados. Claro, esto que estoy contando es ignorado por el mundo que no reconoce la gran cantidad de personas que han ingresado, porque los medios de comunicación no lo comentan bajo ningún aspecto.
Y así estas noticias, tampoco se habla sobre la recuperación que poco a poco se está incrementando en Venezuela, que no es que yo lo esté viendo, sino que llegan los productos a mis manos, como ejemplo, en mi casa se está entregando la comida a los docentes y personal de salud de la gobernación de Miranda, jubilados con habitación en esta zona, y los productos que trajeron fueron cultivados en nuestras tierras, como lo son el arroz, granos, azúcar, sardina enlatada del estado Sucre, y en los comercios se puede comprar café en varias marcas y unas caraotas blanditas, y esperamos que realmente podamos tener independencia económica y sobre todo alimenticia, donde no nos haga mella ninguna sanción, ni bloqueo.
Mi hija compró un café, con un aroma exquisito, Arauca, lo elaboran en el estado Portuguesa, que delicia de producto, tomé una cucharada y sentí el aroma en mis cinco sentidos, por eso es que uno debe saborear el café, sorbo a sorbo, como el vino, y en café con leche debe ser especial.
Bueno ahí tengo espinacas sembradas y ya he entregado desde ayer, dos porrones con plantitas de cuatro dedos, porque ellas van desprendiendo las semillas y van naciendo ahí mismo, no necesitamos secarlas, ni humedecerlas, ni nada, a vecinas que lo solicitaron, ya que la espinaca sirve para aumentar la hemoglobina a las personas anémicas o ancianos.
Por el día, ya lo concluí con muchas actividades y sobre todo me doy cuenta que necesito un día más largo para todas las cosas que debo hacer.
Nos despedimos con nuestra hermosa orquesta venezolana de jóvenes
En Caracas-Venezuela
