viernes, 5 de abril de 2019

UN 14 DE DIC.


Un 14 de diciembre, mi hija mayor fue invitada para ir a la playa, con todos los gastos pagos, ya que iban un grupo de amigos y amigas, en campamento, a pasar la noche a orillas del mar y bañarse al día siguiente, para salir en la tardecita, como siempre lo hemos realizado hasta el lugar de origen; pero ese día su voz interior le dio la respuesta y fue NO, NO VAYAS, y ella se negó a participar de la excursión, le dijo a los muchachos que no, no quería ir, no tenía ganas, les dijo que al día siguiente era su cumpleaños y nunca lo había pasado fuera de su casa y ese día no iba ser el primero.
los amigos alegaron que regresarían temprano y miles de otras razones que sería difícil enumerar, pero su fe ciega en la orden de su Voz interior, no le quebró su voluntad de no acompañarles en el viaje.... y así fue.
Cuando en la mañana siguiente, estábamos asombradas de la cantidad de lluvia que estaba cayendo, del deslave del cerro, de como se abrió la tierra para dejar pasar el agua, la cantidad de gente que pereció, como el agua se llevaba las casas, tumbaba cercas de cemento, casas completas se desbarataban, fue algo horrible, increíble que el viaje no se hubiera hecho y que los muchachos se hubieran salvado por una corazonada.
Por eso, nunca jamás se debe dejar de escuchar la voz interior, porque siempre es la voz de tu Dios en tu corazón, dándote una noticia, una información o simplemente advirtiéndote de algo que te pueda salvar.