Yo estoy aquí, a tu lado, con este sabor apacible de ternura
que me hace contar las horas angustiada, de que se acabe mi amor en este día.
En nombre del amor
yo te contemplo, esa mirada lánguida de celos
y quiero mil veces, y mil horas, amarte, sólo amarte.
En nombre del amor
miro ese estar que baña tu mirada, y así navego
y me adentro, y naufrago, en tus resacas insondables.
En nombre del amor
me hundo en el infierno de tus ojos, que me queman
me limpian, me deslastran y siento que me toman a su antojo.
En nombre del amor
me doy permiso, para gritarte que te amo
que eres mío, que si por un momento sueñas con apartarte de mi lado
nunca jamás, mi adoración, mi amado.
En nombre del amor
mis ojos te atraviesan como centellas que destilan fuego
y mis entrañas se retuercen, el dolor me nubla la mirada
no sé qué hacer, prefiero morir o que no vivas.
En nombre del amor
te abuso, te muerdo, hurgo en tu alma
buscando tus resacas, que no atino, pues no encuentro
tu mirada lánguida de celos.
En nombre del amor
¿Qué hago? ¿Qué hice? Cómo puedo ahora correr tras de tu alma
para traerte aquí a saborear lo absurdo.
Y me ahogo en esta esquina, echada como un perro
desvalida, indefensa, inerme,
con este sabor amargo entre los dientes
y este andrajo de vida que sostengo..
Y así paso los días, indolente al mundo artificial
queriendo aniquilar este sentimiento de ahogo
que como ráfaga dorada, atraviesa mis sienes
filtrando así el rocío de mis ojos.
Y me gasto, estoy exhausta, expiando esta culpa que me agobia
Yo el germen del por qué lo hice
y como reflejo exangüe
la mujer que fui, efusiva y amorosa.
Y sólo digo y repito incoherentemente:
Eso lo hice yo
EN NOMBRE DEL AMOR
En Nombre del Amor
en nombre del amor
en nombre del amor
en nombre del amor
