sábado, 27 de marzo de 2021

BENDECIDA ESE DÍA

 

Terminaba la semana y debía cancelarle al obrero su mesada por hacerme un trabajo de construcción, había modificado la casa: el lugar del lavandero lo había convertido en el espacio para instalar computadoras más los libros, además de construírle una habitación en el techo con baño; había comprado cérámica para toda la casa, es decir sala, salón comedor, habitaciones, cocina, biblioteca y baños, pues nos había sido cancelada una deuda contraída por el Ministerio de Educación a los docentes nacionales, y decidí aprovechar en reconstruir mi casa que lo necesitaba con urgencia; cumplía semanalmente con los requerimientos de los albañiles, pero esa semana no sé qué pasó que me estaba viendo imposibilitada para pagar. Así que tomé mi cartera y me fuí a la calle, me dirigí al banco, revisé mis cuentas y observé con asombro que había un depósito, lo retiré y por cierto me encontré con Belkis y le pregunté: te depositaron?, me contestó que No, decidí hacerle la misma pregunta a todas las maestras que encontraba en mi camino, y todas me contestaron que No, que no le habían depositado. 

Entonces, me dije: yo fuí la bendecida, la bañada en luz, que había recibido el dinero necesario y justo para que cancelara al obrero que estaba trabajando en mi casa, debía pagarle 400 bolívares y  eso fue el depósito que encontré. "Gracias Padre que ya me oíste", claro yo leía a Cony Méndez y utilizaba sus mantras para resolver mi vida; para esa ocasión utilicé: Dios proveerá y la verdad es que da resultados ciertamente verídicos para resolver situación de carencias