EL DOLOR DE UN NIÑO

 

Qué ignominia se está cometiendo con los niños, cuando las madres son capaces de mandarlos solos a un destino irremediablemente desconocido para que entren a un país al que sí saben cómo va responder y no les importa, guardando en su corazón la seguridad de que el niño va salir victorioso en esa empresa de incursión, para que ellas luego puedan reclamarlos. 

Todo esto se hace sin tomar en cuenta que pueden ser asesinados, robados, masacrados, violados, o desaparecidos, además de la mala huella que va causar destrozos en su comportamiento futuro, en su mente. Esas madres ignoran, o se tapan, que están marcando a sus hijos para siempre y quizás se convierta un día en “conviviendo con el enemigo”, estará desestabilizado por pesadillas, ya que las cadenas de amor estarán cercenadas; porque esos sinsabores, amarguras, terrores y contínuas lágrimas no se olvidan jamás; es una cultura aberrante y asquerosa, ¡qué falta de amor!, ¡de sentimientos!, ¡de empatía!; padres filicidas, que dicen: -¡Hijo, esto lo hago por tí!, sabiendo a ciencia cierta que es mentira, porque el amor consiste en estar al lado del ser amado, para cubrirlo desde las primeras luces del sol, hasta que anochece, aún en las condiciones que sea, además el niño no sabe de carencias sino de querencias. Siempre valen más unos brazos que te reciban con alegría, a lujos y derroche desde una institución bancaria. 

"Un niño no está seguro en este mundo y por eso debe estar acompañado las veinticuatro horas del día"

Si debemos cuidarlos en nuestro entorno, porque cualquiera le hace daño, cómo los vamos a dejar solos en un lugar desconocido, donde no tiene a quien acudir bajo la confianza que él pueda percibir. Qué terrible es esa experiencia para un cuerpito tan pequeño.

Y volviendo al tema, en la otra cara de la moneda: Ahora, si la madre es soltera y se atreve a llegar, sin su prole, a otro país,  y se enamora, el conflicto es más grave del que aparentemente podemos apreciar, porque su corazón estará partido en dos; claro; tú y yo diríamos: -¡No, no hay conflicto yo me quedo con mis hijos!, pero sólo un corazón partido puede decidir qué hacer, y alguien, el más débil, saldrá perdiendo siempre, según las clases de amor que están compitiendo y se define por el grado de dolor que causen. Y lo único que se desprende en el ambiente es: DESPUÉS...Después...después... Saque usted sus propias conclusiones.....

Gracias Google por recordarle al mundo que somos un País, hoy cinco de julio del 2021

BENDECIDA ESE DÍA

 

Terminaba la semana y debía cancelarle al obrero su mesada por hacerme un trabajo de construcción, había modificado la casa: el lugar del lavandero lo había convertido en el espacio para instalar computadoras más los libros, además de construírle una habitación en el techo con baño; había comprado cérámica para toda la casa, es decir sala, salón comedor, habitaciones, cocina, biblioteca y baños, pues nos había sido cancelada una deuda contraída por el Ministerio de Educación a los docentes nacionales, y decidí aprovechar en reconstruir mi casa que lo necesitaba con urgencia; cumplía semanalmente con los requerimientos de los albañiles, pero esa semana no sé qué pasó que me estaba viendo imposibilitada para pagar. Así que tomé mi cartera y me fuí a la calle, me dirigí al banco, revisé mis cuentas y observé con asombro que había un depósito, lo retiré y por cierto me encontré con Belkis y le pregunté: te depositaron?, me contestó que No, decidí hacerle la misma pregunta a todas las maestras que encontraba en mi camino, y todas me contestaron que No, que no le habían depositado. 

Entonces, me dije: yo fuí la bendecida, la bañada en luz, que había recibido el dinero necesario y justo para que cancelara al obrero que estaba trabajando en mi casa, debía pagarle 400 bolívares y  eso fue el depósito que encontré. "Gracias Padre que ya me oíste", claro yo leía a Cony Méndez y utilizaba sus mantras para resolver mi vida; para esa ocasión utilicé: Dios proveerá y la verdad es que da resultados ciertamente verídicos para resolver situación de carencias