viernes, 22 de junio de 2018

A MI MANERA, Obra de teatro

Monólogo "A mi manera"
Ganador del Primer premio como texto inédito
Casa de la Cultura "José Félix Ribas" 30-11-96
De la pluma de Carmen Josefina Barreto y Soledad Castro
Interpretado por Carmen Josefina Barreto





Ella aparece cantando "A mi manera" y frente al espejo se quita el maquillaje, en su alcoba, rememorando los tropiezos que ha tenido en la vida, donde cada amor le ha dejado un hijo, que es la problemática de la mujer latinoamericana, que hoy día no sabemos si se está resolviendo o concientizando, muchos hijos no tendrán educación, inclusión o prosperidad.

Bien, aquí estoy, otra vez, sentada limpiando mi cara del sucio recogido en este día.
Rumiando mis tristezas, con los ojos preñados de lágrimas, mirando el ambiente circundante, sin mirar, arrepentida quizás de haber vivido, pesada el alma, con un peso silencioso que comprime y agobia más mi humanidad
Con un halo de vapor quemándome la piel , mis pies adheridos a la tierra, desfallecida, aniquilada, turbias las aguas de mi alma.....
Dolores y rabias mezcladas a la vez, y no me hacen precisar qué siento, dónde está mi error, mi desacierto.
Acaso he vagado por la vida?
Acaso he desvariado siempre con falsas ilusiones?
Acaso, soy yo, una víctima del amor inmenso de mi madre?
Quizás, acaso, qué sé yo....
Me quiere tanto, que me oprime, me asfixia, me atormenta.
Es que el amor, en realidad es eso? Control, supervisión, inquisición?, pues !NO¡
Y aún más, cuando en un momento de locura, quise franquear la puerta de este mundo, los astros en conjunto se opusieron y el mismo Dios en un abrazo silencioso me apoyó en su regazo y acarició mi luenga cabellera compasivo.
Y aquí estoy con la garganta seca, buscando ecuanimidad en mi conciencia, queriendo ser auténtica, cristalina, un faro o una filigrana pura, queriendo ser la savia que nutre y que alimenta a mis hijos, cuatro hembras, un varón.
!AH¡ mis lindas niñas: Maigi, rubia y rolliza como el italianito de su padre; Polin, la más graciosa de todas; Chuchi, que sensual es mi niña, y Grache, es tan dulce que parece un dulcito de panadería.
!Ah¡ y mi varón, parece un hombrecito en miniatura.
(Josefinaaaaaaaaaa)
!Oh no¡
Mi mamá me llama, si ya los niños están durmiendo, si en el largo peregrinar de este día hasta el techo tiene brillo.
Mi madre me oprime hasta la saciedad, hay que figurarse lo que es aguantar tanto.
Estoy harta de hacer oficio,no puedo divertirme, no deja entrar mis amigos a casa, no me deja hacer fiestecitas ni reuniones.
Si salgo, debo estar de vuelta a las diez de la noche, si no lo hago así, tranca la puerta con todos los muebles de la casa y me deja afuera pasando frío.
¡Cónchale! ¡La gente dirá que yo soy mala! ¡Pues no! Si yo he hecho cosas malas, no significa que yo sea mala....además...mis hijos son una bendición, porque cuántas mujeres ique bien casadas hay por ahí y tienen que adoptar niños.
Si volviera a nacer, otra vez los traería al mundo. Lo único que quiero es que mi madre me deje tranquila.  Yo soy una mujer joven, necesito vivir mi vida, ir a fiestas, compartir, com...par...tir....
Que absurdo, que si no estuviera conmigo, ya tendría una docena de muchachos...pero que absurdo...cuando que yo me sé cuidar...yo sé lo que hago...a mi nadie va estar diciéndome lo que debo hacer, ni mi santa madre que sea, yo la amo mucho, pero que va, ya está bueno.
Un error lo comete cualquiera, todos somos seres humanos, y, además, "el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra".
Cómo va ser posible, que si le digo a mamá que estoy embarazada, me responda de mal talante: -¡Eso no es problema mío!, caramba, cómo no va ser problema de ella, si ella es mi madre.
Por un lado me dice que puedo confiar en ella, y por el otro, cuando es a la primera persona a quien le hago el honor de comunicarle mis cosas, me sale con esa patada.
Como si no me quisiera como yo la amo a ella.
Esto es demasiado, me oprime y me comprime, chequea todas mis amistades, les interroga.
Si son blancos, ique están muy paliduchos
Si es negro, que no quiere ligas, 
Si es musiú, que nunca va poder conversar con él
Si no trabaja, que no lo quiere sin oficio
Si no ha estudiado, ique es un inculto
Si es alto o si es bajo, ique hay falta de armonía
Si fuma o si bebé, ique me contamina
Si usa zapatos de marca, porque es un malandro
Si usa zarcillito en la oreja, porque es un torcido
Si se toma una cerveza, nada más que en el almuerzo, ya dice que es un borracho, o sino un drogadicto
Y si le gustan los caballos, ique va a salir los domingos
Y ya, ya, ya, no quiero recordar más...
Pero la culpable es ella, ahora que lo pienso bien
Recuerdo claramente cómo me decía:
-A Pedro no se le entiende lo que dice, con ese musiú, ni siquiera puedo conversar, a ti solamente se te puede ocurrir enamorarte de él, un idioma que tú no entiendes...
Pero, como un clavo saca otro clavo, se me presentó Pablo
¡Ah! Que sueños, que amor, que recuerdos, que hombre, pero llegó ella y lo destruyó todo siempre con sus peros, recuerdo que se lo presenté y le dije: -Mami, este es un amigo, pero comenzó el interrogatorio: ¿Cómo te llamas?, ¿Dónde trabajas?, ¿Qué haces en tu tiempo libre?
Bueno pues, allí empezó mi martirio, cuando se enteró que era un jugador de caballos:
-Ese hombre no te convendrá jamás, ¿Quién te sacará a pasear?, ¿Quién te acompañará a misa?, además te venderá la casa y apostará hasta los últimos trapitos que tengas.
De jugadores, Dios te libre mija, Dios te libre.
Bueno, me quedó su dulce recuerdo.
Dígame Chucho, tan dulce como su nombre, de sólo recordarlo, se me eriza la piel, es como si lo estuviera sintiendo al lado mío, pero era moreno.
Y mi madre comenzó: ¡No quiero ligas!, mírale la nariz, mírale el pelo, ¡Ay! por favor que gusto, y pasó lo inevitable, ahí está Chuchi, por cierto muy parecida a su padre, la amo mucho más.
Con Jacinto fue diferente...
Que hombre tan atento ¡Ahhhh!
Ese sí fue mi príncipe azul, recuerdo que me cantaba; "No hay cielo que cubra lo que siento por tí"
Que hombre tan romántico, me quería como a una reina, todos mis gustos eran satisfechos, pero, por el tan sólo hecho de usar zapatos de marca y trabajar de noche, ya era un malandro.
Y, entonces, ahora me pregunto: ¿Qué pasó con el cielo?, se cayó?, mi vida se derrumbó; se me cayó el lindo castillo, el príncipe azul se convirtió en sapo, el caballo se murió y le cayó arriba al sapo. Horrible realidad, mi mamá tenía razón, total la vida continúa.
Soy joven, bella, algunos dicen que irresistible, por eso se enamoró José de mí, aún siendo más joven que yo, ¡Tan bello José!, tan pavo, tan moderno, hasta su zarcillito le quedaba bien.
Pero ese fue el motivo para que mi vida se convirtiera en un infierno, pues allí empezó ella, con que él era un torcido:
-Las prendas para las mujeres,ese hombre es raro, va a competir contigo. ¿Qué es eso?, ¿Quién va llevar los pantalones?, ¿Tú?, dígame eso, fin de mundo, y mi madre a estas alturas, tenía razón, José, José, José me dejó, José me dejó por otro, me dejó por otro.
Dios te bendiga Joseíto; hasta mañana Grache, que duermas bien; Chuchi, que sueñes con los angelitos; besitos Polín, que tu ángel de la guardia te cubra.


Mamá, te quedaste dormida, mamá Maigi no ha llegado, son las dos de la mañana y sólo tiene quince años, mamá ayúdame, mamá, mamá, mamaaaaaaaaa.

(Y se repite la historia)