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| La creencia popular describe a Mauricio como un hombrecito de baja estatura, que viste de blusa, suerte de liqui-liqui que usa la gente humilde, lleva sombrero de cogollo, anda con morral terciado y lleva en sus manos un cuatro; se dice que viene al pueblo a comprar su bastimento, menos sal,porque según la tradición los encantados no prueban la sal. |
Cuando la Sabana de Ocumare era coto de caza y pesca, los cazadores llegaban a su sitio, previamente escogido, y le hacían un ofrecimiento de un presente a Mauricio, y él les proporcionaba una caza abundante; en caso de no llevar el presente, pasaban cerca de los animales y no lograban verlos, y por supuesto mucho menos cazarlos; los pescadores llevaban aguardiente y lo echaban al río que les hacía obtener una pesca prolífera, de no cumplir con esa obligación, los peces se alejaban.
Es común oir decir, que cierto comerciante de esta población, por cierto ya fallecido, obtuvo parte de su riqueza gracias a Mauricio, porque él le pagaba con monedas de oro y siempre se iba y le dejaba el vuelto.
TRADICIONES TUYERAS
CRUZ DE MAYO
Los dueños de las haciendas le daban a sus esclavos varios días de asueto para que realizaran sus fiestas procedentes de los cultos que traían de sus continentes donde adoraban a sus dioses, deidades, que dicho sea de paso, no los había salvado de este sufrimiento que padecían día tras día con la esclavitud no merecida; así que siguieron llamándolos, implorándoles volver a su casa, a su terruño de donde un mal día fueron arrastrados para traerlos a un lugar extraño y fueron mezclando sus cultos, africanos con el catolicismo de España que era el que se instauró en la colonia venezolana.
Desde tiempos inmemoriales le cantaban y bailaban a Shangó, Yemanyá, Obatalá y otros que fueron permaneciendo en el tiempo y hoy se conserva esta tradición en grupos muy reducidos.
Una de las tradiciones que celebramos con mucha devoción es el Velorio de Cruz. Nosotros en la escuela participamos así: tomamos papel de seda le hacemos rizos para colocarlos a una cruz de madera previamente construída, pidiendo que no nos falte el vestido y con esa creencia se mantiene en un lugar preeminente en la vivienda.
A los alumnos se les encarga traer las flores en agua para que se mantengan frescas, cada docente se encarga de elaborar su cruz y de adornarla con la ayuda de los niños, con los más bonitos y vistosos colores, actividad que los llena plenamente.
En el altar, como el que aparece en la foto, se colocan palmas, riquirriqui y otras flores de la región, se prepara un mantel elaborado con papel de provecho o bien, papel bond, en medio va la cruz mayor o principal y en un momento apropiado cada sección de alumnos pasará al altar a dejar la suya, cantando y recitando sus versos aprendidos durante la semana.
Se juega "la prenda" en el que cada uno de los niños entrega algo de valor para ser salvado luego con la declamación de un verso.
Mientras llegan las decimistas y cantadores todos van rezando el rosario o parte de éste, se permiten un contrapunteo con algunos miembros de la comunidad presentes y algún cantador de fulía; cantan, rezan, bailan y al finalizar se brinda con un sabroso carato, chocolate, galletas, dulces criollos, queso.... en algunos lugares se prepara sancocho u otros dulces regionales para brindar a los visitantes.
