Bueno y concluimos el mes de mayo, con honor a las madres, al cimarronaje, a los afrodescendientes, a esta nueva raza que es Venezuela, la cual se formó con la inserción de culturas como la africana, europea, oriental, o de otras partes de América, que hacen de nuestro país lo más interesante del mundo, no es que lo diga yo, es que a las pruebas me remito, cuando observo y oigo hablar a un venezolano, con esa idiosincracia, única y orgullosa de su gentilicio, que se distingue entre todos los hablantes que puedo comparar y realmente siento orgullo de su facilidad de expresión, de esa cualidad para exponer ideas, aunque sean equivocadas, que me hacen fruncir el seño o aferrarse a ideas, aunque yo las vea extrañas o con falta de peso, pero en fin esta es mi Venezuela y la amo sinceramente. Ahora veamos algunas imágenes del espacio que disfrutamos hoy con los niños del preescolar Año Internacional del Niño, en donde soy la maestra Bibliotecaria, teniendo la única y suprema función de iniciar a los niños en la lectura, y en mis ratos de ocio colaborar con la maestra de Cultura, para armar proyectos, hacer dibujos, manualidades, en fin, crear, que con gusto lo hago pues mi misión como profesional jubilada de Educación no se ha extinguido, ni desacelerado, por lo tanto no puedo tomar partido por ningún grupo dentro de la escuela, siendo mi único partido: SERVIR y sentirme satisfecha conmigo misma del deber cumplido, motivo que me hace retirar y alejarme del odio, de la inquina, de los chismes y de toda mala intención, que atente contra el funcionamiento correcto de la institución, para mi propio bienestar y salud mental.
