martes, 16 de noviembre de 2021

CELESTE, LO SIENTO

 

Hoy martes 16 de noviembre recibimos una mala noticia, el fallecimiento de una joven maestra de la escuela del frente, la Unidad Educativa Rosa Peña; lo sentimos mucho y creemos que fallece de dolor, de un dolor contenido a través de todo este año, donde la depresión le ganó, aunque tuviera otra hija por quien luchar.  Lo cierto y doloroso es que una joven mujer, llamada Celeste, el año pasado se le enfermó su hijo de once años, lo llevó al CDI y allí el personal que labora en ese instituto,  no logró  adherirlo a la vida, así que el niño de once años fallece, pero ella se veía fuerte, no había lágrimas, nunca hubo lágrimas, pudo continuar con su vida, acompañando a su esposo, y a su pequeña hija, reintegrándose a sus labores escolares, ayudando a resolver todos los problemas que se suscitaron en ese transcurso de tiempo, que quizás para ella fue una eternidad por el pensamiento que tendría de unirse a su hijo, y /o vivir como una autómata, sin vivir, darse cuerda en la mañana para afrontar el día a día y morir con su hijo cada noche. 

En estos días, cuando yo salía del preescolar me la encontré, me preguntó por mi hija y le envió saludos; iba igual que siempre con una sonrisa en los labios, de palabras sencillas, de actuar sencillo, humilde; ignorábamos todos que justo la semana siguiente  volaría a los brazos de su hijo, que quizás la llamaba todas las noches en sueños y hacía más difícil la vigilia.


Lo sentimos por esa niña huérfana, que quién sabe en cuál familia será acogida, lo sentimos porque con la corta edad que tiene no deja de llorar, porque ya sabe el significado de la palabra muerte="Nunca más te veré", aprendida en el ocaso de su hermanito.