miércoles, 11 de noviembre de 2020

EL AHORCADO DE PANAQUIRE


 Otra de las leyendas de Barlovento es la historia de un hombre, en la hacienda de Panaquire, que por problemas, probablemente sentimentales, decidió quitarse la vida, ahorcándose. 
Pasó el tiempo y fuí de visita a esa localidad, junto con mi tía X. 

Mi tía estaba ocupada en la cocina y me encargó que le comprara un kilo de pan, por lo cual decidí buscar el camino más corto, ya que no estaba paseando, sino que iba en diligencias.

Yo caminaba y caminaba... y nunca llegaba..., hasta que decidí hacer lo que mi abuela, me había indicado un día, me detuve en el camino, me puse junto a una piedra, desamarré lentamente las trenzas de los zapatos; me concentré, y de pronto se me apareció el suicidado, al que le recriminé duramente la situación así: ¡Ah, no! ¡Yo ya me cansé!, ¡Yo no tengo la culpa de que tú te hayas ahorcado!,  cerré los ojos, me puse los zapatos al revés y me senté ¡zuas! ¡Aparecí en la dirección correcta!.

De esto aprendí que tengo que seguir mi camino por más largo que sea.


Historia contada por Zorayda Elvira Mayora. Revista Cosmos. 2000


LEYENDA DEL HOMBRE SIN CABEZA

      


            Un hombre sin cabeza

En la población de Barlovento existe una leyenda, la del hombre sin cabeza, que dice así: 

"Era una vez, en aquellas épocas atrás, que por los callejones de Pantoja, aparecía un hombre sin cabeza. Las personas no gustaban de pasar por ese sitio, porque el hombre asustaba y era muy peligroso, tenía unos pasos tan fuertes, que retumbaban en el silencio de la noche y se escuchaban hasta el cielo, con un sonido fuerte y escandaloso: tun..tun..tun...

Según los que tuvieron el susto de haberlo conocido, el hombre se vestía todo de negro, tan pero tan negro que no se veía en la oscuridad...."

Historia escrita por el alumno Athaís Figueredo. Revista Cosmos.2000