En el sexto día del coronavirus 19 me levanté normal como a las seis de la mañana, me interesa es llenar los depósitos con agua de beber, y a eso fui, luego encendí la mini, barrí, fregué, regué las matas, monté la olla con el té de toronjil, orégano, pira y hoja de limón, para pasar el día. Tomamos avena de la que sobró anoche, Gabi, Victoria y yo. Comimos pan con cambur, y de desayuno preparé una arepitas fritas de harina de maíz, azúcar, sal, leche, bien tostaditas, con mantequilla y un traguito de café. Me dispuse a iniciar mi periplo por el mundo de las noticias del día.
Me enteré que USA tiene 47.747 contaminados, en Colombia tiene 231 y los presos quieren huir del virus y murió un montón, Rusia con 306 casos, envió tres aviones a Italia, con ayuda, Alemania tiene 23 mil; en El Salvador se tomaron medidas hoy, México no suspende vuelos y tiene 250 contagiados, Brasil tiene 1100, Argentina 158 casos, Cuba tiene 25 casos y envió 33 médicos a Italia, Nicaragua y Surinam. Ángela Merckel está en cuarentena después de haber hablado con médico contagiado, en el mundo hay 160 países con el virus y hay 30 que no lo tienen. En Venezuela hay 70 casos, de los cuales 15 están recuperados y 2 están críticos, tenemos un teléfono nacional 0800-34445226. La Encuesta Patria fue realizada por 10.118.857 personas, se le pregunta acerca de las dolencias que tiene como dolor de cabeza, tos, fiebre, congestión nasal y fueron escogidas 16.366 personas para ser visitadas por los 20.000 médicos casa por casa, para ser evaluados, aislados y tratados. Todo esto sin costo alguno, aunque estén en clínicas privadas, el gobierno le entrega los suministros para su sanación. Hasta los momentos nuestro pueblo está organizado y disciplinado que ya hemos pasado muchas cosas, enfermedades, hambre, carencias, y no nos queda más remedio que seguir con la frente en alto para seguir luchando en contra del mundo que sin consideración nos ataca y nos roba y no son capaces de poner un alto, con dignidad para tanta maldad como la que hemos afrontado.
Yo, como mujer acostumbrada a mis pinturas de uña, cremas, champú, acondicionador, perfumes, zapatos, cosméticos, lentes, computadora, teléfonos, me he visto obligada a restringir todos esos deseos por comprar comida, que está carísima; así que seguiremos con la minerva de la lucha para lo que se presente nuevamente.
Después de revisar las noticias, me fuí a cocinar un poquito de carne con espinaca de mi jardín, salsa inglesa, monté arroz y eso almorzamos, con dos buenos vasos de té; me fui a dormir toda la tarde, ya mi hija había montado la avena suficiente para cinco personas, cené arroz, carne molida y plátano frito, con mi traguito de café; me tomé mi taza de avena y volví a la computadora para escribir. Dentro de un rato, me daré un baño, haré mi ritual de belleza y me recostaré mientras se llenan los depósitos con agua del filtro.
Y hasta mañana, que mañana es otro día y esperamos que sea mejor que hoy.
