Esta canción le fue compuesta por el pueblo, a Bolívar en enero de 1827, en su última estadía en Caracas:
Bolívar conduce
al suelo natal
La rama de oliva
símbolo de paz.
Concordia patriotas
y unión fraternal.
La patria lo manda
Su voz escuchad.
Que los altos cielos
Repitiendo está
Para restituirnos
la tranquilidad.
Contra el enemigo
tan sólo emplead
la espada que ha sido
al godo fatal.
Y entre americanos
la razón no más
decida querellas
con fraternidad.
Como se disipa
al rayo solar
de la densa niebla
triste opacidad.
El Libertador
con poder igual
para dar la vida
a la libertad.
Desde la ribera
que regando está
al Apurimac
cimas transitando
de nieve eternal
que tocan los cielos
en la equinoccial.
De la gratitud
el Himno entonad
tributando al Padre
de la Libertad.
El dulce homenaje
del amor leal
para que le adore
la posteridad.
Allá nuestros hijos
y nietos dirán:
Él nos quitó el duro
yugo colonial
de los españoles,
pero lo que es más
le dio a nuestros padres
la tranquilidad.
Según María T. Novo Cabal e Isabel T. Rodríguez Barrada.