Hace tiempo me regalaron el libro de Ángel Martín Sánchez: "Estudio y Comprensión del Hombre", orígen, naturaleza, cultura, forma de ser y perspectivas de su existencia, muy interesante y del cual extraigo las siguientes ideas:
- "La Religión es la forma que adopta la vida del hombre (P.Oltramare)
- El hombre apenas toma conciencia de sí, se pregunta: Quién soy?, Qué soy?, De dónde vengo?, Por qué? y Para qué existo?, Qué sentido tiene la vida?, Qué debo hacer? y Qué será de mi?
- El hombre se resiste a este mundo y su respuesta es Dios, la Divinidad, el Todo-Otro.
- El hombre se halla en una disyuntiva: Religión o Religiosidad.
- La Religión se basa en un credo doctrinal particular con historia propia y en un sistema dogmático.
- La Religiosidad se manifiesta como cualidad subjetiva humana innata y universal, y se traduce en sentimientos y en actitudes de sobrecogimiento, inquietud y anhelo ante el misterio de la vida y el universo"
Ante estas ideas no me queda más remedio que aceptar que yo no sigo ninguna religión, sencillamente soy religiosa por genética, lo traigo desde la creación de mi alma, no puedo estar en ninguna religión porque no puedo creer que alguien me amenace con que me va ir muy mal, o voy a caer en el infierno si cometo una falta. Cuando estoy viendo y releyendo todos los días como este mundo es el propio infierno; me siento como un ángel caído desde las alturas a quien le han cortado sus hermosas alas para venir a caminar, tomar un autobús, y desplazarse con dificultad, sobre todo cuando ya los huesos no me sostienen; y justamente al percatarme de que vivo en el propio infierno es que no quiero volver y trato de redirigir mis sentimientos, mis pensamientos y mis acciones.
Bástase que las religiones sean dirigidas por el humano para no creer en ellas, y con mayor fundamento hoy día que se sabe , se comenta, se conoce de todas las depravaciones que se han hecho contra criaturas inocentes. La mejor forma de juntarse con la Divinidad es acercarle nuestros corazones y con meditación y otros ofrecimientos, participar del éxtasis de amor, que hace mucho bien a nuestra salud mental, sin necesidad de estar sentada en un templo, siendo dirigida como un títere por un titiritero humano bajo castigo infernal.
