lunes, 28 de junio de 2021

´LA DANTA


 El pueblo venezolano tiene sus creencias que cada día se afianzan más, porque sencillamente las vive con milagros en cada una de sus calles. Así le sucedió a mi amiga Josefina un día, en el cual estaban reunidos en la puerta de su casa conversando acerca del gas que no llegaba; por cierto el que preguntaba por el gas era un muchacho de la comunidad de Los Alpes, que venía con la bombona a cuestas, y se detuvo a preguntar. En aquel momento Josefina había salido a limpiar el frente porque tenía pensado ir hasta "la montaña", ya que debía dejar todo en su sitio, limpio, las plantas bien regadas....Durante la distraída conversación, se va acercando lentamente una mujer con la piel dorada o vestida de dorado, montada arriba de una danta, por cierto, animal no común entre nosotros... todos en silencio, mudos por el asombro al ver el paso de los personajes, que pasan por la vereda uno y se pierden hacia Parosquita.  Después que pasan, los dos se piden explicaciones, entre sí,  por lo sucedido, pero cuando cosas o situaciones suceden es mejor no entrar en detalles, ni pedir explicaciones, porque no las tiene, ya vendrán las respuestas a medida que avanza el tiempo para entender. El muchacho decía: - ¿Pero usted no me vio, como yo levantaba el cuello para ver mejor?

-Que te voy a estar viendo yo, si yo lo que estaba era mirándola sin pestañear, asustada, porque justamente, tengo pensado hacer una visita a "la montaña".

-¡Ah! ¿Pero entonces algo le vino a decir, porque ella María la Onza se movió hasta aquí?.

-¡mmmmm! ¡Tengo que esperar!.

Bueno..... esperó y resulta que una de las yernas, tuvo un embarazo fallido y en vez de ir a la montaña, el viaje cambió de rumbo y tuvo que ir al estado Falcón, a atender a la parturienta.

Asimismo le sucedió a una representante escolar en Súcuta, cuando toda alborozada me contó que acababa de ver a Mauricio el Encantado en la bodega, comprando tabaco en rama en la única bodega de Súcuta, muy limpiecito, vestido de likiliki blanco y después que compró se montó en un caballo blanco, que nadie sabía de dónde había salido y se fue calle arriba. Después que se va, todos los que estaban comprando en la bodega se despertaron del sueño vivido, absortos como estaban, para preguntarse: - ¡¡¿Ese no era Mauricio?!!

Es igual, como cuando el doctor José Gregorio Hernández se le presenta a los enfermos en los hospitales, igualito, todos son espíritus.

Cuando en Venezuela se habla de "la montaña", nos referimos a un lugar en el estado Yaracuy, muy apreciado por las personas que creen en esta otra religión, la de los espíritus que se quedaron en la tierra para ayudar a los humanos. Estas creencias pertenecen a nuestros ancestros que las trajeron de África y llegaron para quedarse y no tiene crítica posible, cada quien pertenece a la religión que quiera, y absolutamente nadie debe criticar esa creencia, ya que hay bastantes religiones y cada uno se va con la que le ofrezca mayor tranquilidad espiritual. Yo particularmente me crié en un ambiente católico, y aunque después de pasado el tiempo haya desviado mi atención hacia mi corazón, donde sí está mi Dios, no le niego crédito a todo lo que escuche o me cuenten. Vivimos en un plano físico, que se toca constantemente con otro plano espiritual, que es donde residen estos espíritus que quieren contactar con nosotros. Religión no quiere decir catolicismo, no nos enredemos la vida, tengamos un criterio más amplio, en paz con la humanidad.