" Y se levantó corriendo de la silla, se fue al baño y empezó a estornudar compulsivamente: atchis, atchis, atchis"; esa era yo, que todos los días del mundo al levantarme de la cama, lo único que lograba hacer bien era estornudar. Me maquillaba, al rato tenía la cara lavada; me arreglaba el cabello, al rato estaba mi cabeza totalmente desordenada y espelucada, usaba toallitas de papel, pañuelos, pañoletas, me cubría la nariz con mentol alcanfor, me tomaba una pastillita que recomendaban, me tapaba los fosas nasales con cualquier cosa a mano, para no respirar, y lo hacía por la boca, hasta que ya no aguantaba más, tomaba guarapitos de monte, me cubría el cuello, la nariz y volvía a empezar: atchis, atchis, atchis. No había solución para mi vida .
Me bañaba con miedo con un hervido de hojas de frijol, que dicen que es bueno para limpiar los senos paranasales, pero hay que tener mucho cuidado porque me podía pasmar o no sé qué; cada remedio que me daban lo ponía en práctica buscando la curación que arreciaba cuando había sol, sombra, frío, lluvia, polvo, seco, humedad; llegaba a la escuela muy arregladita y salía a las doce con la cara realmente congestionada y ojerosa...hasta que, un día me dispuse asistir a una charla sobre salud, proporcionado por unas personas que se dirigieron a los asistentes con la finalidad de de que participáramos en la venta de productos para evitar las dolencias del organismo, y con la explicación me gustó lo de la venta e hice mi primera compra, la cual me dejaba algunos dividendos.
Un día, mejor dicho, el día de una reunión con todos los vendedores, fuimos convocados para el Caracas Hilton el 11-11-95, que había una presentación de nuevos integrantes, para compartir experiencias de ventas y de soluciones, pero ese día tenía yo mi alergia a millón, eso fue estornudar desde que salí de mi casa, en el autobús, iba estornudando y el joven que me contactó me entregó un frasquito que decía TEI FU, era uno de los productos que vendía la marca pero yo no lo conocía, me dijo: -échese en la nariz y usted verá cómo se le quita. Tomé el frasquito y estuve toda la noche untándomelo, pude leer poco, decía, mentol alcanfor, y un sinnúmero de otros aceites imposible de recordar; aunque esa noche seguí estornudando, fue la última vez que estornudé desde ese momento 1995.
Ya estoy en 2020 y no he estornudado más, no me da gripe, no sufro de asma, ni de nada que me complique la respiración
