Plaza Las Heroínas. Estado Mérida |
Corre el año 1817, una mujer alta, esbelta, de 35 a 40 años, venezolana, de traje sobrio, avanza hacia la sala del Tribunal, su delito?, ser infiel al rey don Fernando VII, "traidora porque guardó unos pasquines de letra subversiva, armas y hierros subversivos y también tiene un hijo que contra el rey guerrea".
Los fiscales que la juzgaron, la condenaron a muerte con una frase: "Nula carne rebelde que la horca ya espera"
Una madrugada en su pulso se fundieron versos y oraciones, porque dio a luz un "geranio de ternuras y llamas y ella le dio leche con sol de las montañas". El niño creció sano y feliz, cuando en Caracas comenzó la rebeldía contra el imperio español, las noticias corrían de boca en boca y la fuerza que llevaban encendió la llama del amor por la libertad en su corazón y una noche se fue sin que la madre supiera.
María Rosario Navas se transformó de una madre ejemplaren una guerrera convencida por los argumentos del hijo e impactada por la presencia del Libertador para luchar hasta entregar la vida por el ideal de la libertad.
Simón Bolívar entrando triunfante a Caracas |