Estos son mis secretos, mi biblioteca, frases, relatos, historias y cuentos, que celosamente he guardado en mi nube, de los lugares donde he trabajado como maestra, en Venezuela, que ha llenado mi vida de satisfacciones; poesías que han salido del fondo de mi alma para botar con sus letras mi deslastre. ¡¡¡¡Que entre la vida de nuevo!!!! Y como Pablo Neruda: "Confieso que he vivido"
Abanicos artesanales elaborados con cartón de caja, témpera, hoja de rayos X, palitos de altura, hilo de tejer, goma de pegar, encaje, perforadora, para el trabajo de afrovenezolanidad que celebramos en la escuela.
Los abanicos por detrás, cartón
La representante de España
La representación indígena y europea
Exposición sobre José Leonardo Chirinos, el niño con su madre
Representantes asistentes
Baile de joropo tuyero, por los niños de preescolar
Baile de tambor con un trío de la escuela Rosa Peña
Para finalizar, nos reunimos para recordar el cuento de la Gallinita Rabona, donde interactúo con los niños para recordar el parlamento, asumiendo que un 90% del alumnado lo conoce y sabe.
La finalidad del aprendizaje de los cuentos es la adquisición de nuevo vocabulario, es adiestrar la memoria, es aprender entonación de la lectura, es diferenciar los personajes y adjudicarle a cada uno de ellos la voz que le corresponde, además de ser capaces de realizar una representación controlando el miedo escénico.
Es enriquecedor aprender cuentos y extraer una moraleja.
La gallina blanca se puso a incubar doce hermosos huevos. Al cabo de 21 días comenzaron a salir: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, hasta 11 pollitos amarillos y redondos como motas de ponerse talco en la cara; al romperse el último huevo, salió un pollito muy raro.
No tenía mas que un ojo, un ala y una pata. Sus hermanos lo llamaron: !Mediopollito¡ !Mediopollito¡ !Mediopollito¡. Como todo el mundo le tenía mucha lástima, Mediopollito hacía siempre lo que le daba la gana, y un día Mediopollito le dijo a su madre:
-Mamá, me voy a la Corte a ver al Rey, no quiero estar más tiempo en este corral, y
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Salió cojeando a través del campo. Por el camino encontró un arroyo, el agua le dijo: Mediopollito mira -No puedo pasar porque he tropezado con este montón de hojas secas, ayúdame a quitarlas con tu pico, sino me ayudas me pudriré aquí encharcada. Mediopollito le contestó: -No tengo tiempo que perder, voy a la Corte del Rey, y siguió:
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dando salto con su única patita. Al día siguiente, encontró una lumbre que se apagaba bajo la leña verde. La lumbre, que era un fuego muy hermoso, dijo: -Mediopollito, me estoy ahogando, por favor, hazme un poco de aire con tu ala. Mediopollito contestó: -No tengo tiempo, voy a la Corte a ver al Rey y siguió
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siguió su camino. Poco antes de llegar a la Corte pasó junto a unas matas en las que se había enredado el viento y no podía pasar. El viento le dijo: Mediopollito, estoy aquí enredado, si apartas, por favor esas matas, yo podré seguir mi camino. Mediopollito contestó: -No tengo tiempo, voy a la Corte a ver al Rey y
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siguió cojeando más aprisa aún.
Al fin llegó a la Corte y llegó al palacio del Rey, pasó sin pedir permiso, por delante de los centinelas y entró en el gran patio; pero al cruzar bajo las ventanas de la cocina, el cocinero lo agarró por la patica diciendo: -Precisamente, me hacía falta un pollito para la comida del Rey.
Y lo metió de cabeza en una olla de agua que se calentaba en el fuego. Mediopollito sintió que se ahogaba y empezó a gritar: !Agua, amiga mia, no subas, no subas, quédate en el fondo, que me vas a ahogar¡
-Tu no me ayudaste a mí cuando te lo pedí. y el fuego era cada vez más fuerte. Mediopollito gritó: !Apágate un poquito amigo fuego que me quemo¡, pero el fuego respondió:
Tú no me ayudaste a mí cuando te lo pedí.
En ese momento, el cocinero levantó la tapa de la olla, miró dentro y dijo: -Este pollo está casi quemado, ya no sirve para nada; y agarrándolo por la patica lo lanzó fuera por la ventana. Antes de que cayera en el suelo lo recogió el viento y lo remontó dando vueltas y vueltas por encima de los árboles, Mediopollito pudo gritar: -Viento, amigo mío, !no soples tan fuerte¡ !Déjame bajar despacio, que si no me voy a estrellar¡, pero el viento respondió: -
Tu no me ayudaste a mí cuando te lo pedí.
El viento sopló con toda su fuerza y envió a Mediopollito hasta lo alto del campanario, donde se quedó enganchado. Ese es el gallito que se ve clavado en las veletas, con una pata, un ala y un ojo, con el que mira a los puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste, para ayudar al agua, al fuego, y al viento, porque él sueña con irse, con ir a su casa otra vez a estar con su mamá.
Cuando estaba estudiando para Maestra, mi tío me enseñó una nota de prensa que decía: "MAS DE 17.000 MAESTROS SIN EMPLEO", me quedé callada y no opiné para nada la noticia. Donde yo estudiaba me ofrecieron un cargo en el Junquito, Km 13. en el desaparecido Colegio San José. Cobraba 450,00 Bs. y 50,00 Bs se quedaban allí para el almuerzo. Un día dije que iba a buscar empleo en la nación y al director, que era un ingeniero, se lo contaron y sencillamente me botó. Ahí mismo me fuí a Los Teques, justamente había huelga nacional de maestros, y los supervisores estaban reunidos. Entregué mi boleta de calificaciones y el profesor Camacho, encargado, me dijo si me quería ir a Barlovento, le respondí que sí, que lo que yo quería era trabajar; al día siguiente me fuí con mi mamá a Barlovento, Camacho me dio instrucciones para que contactara a una persona en el Instituto Agrario Nacional que debía cederme una vivienda, que la iba a compartir con otra maestra que venía de la avenida Urdaneta. Allí estuve dos años y medio, en este tiempo mi nombramiento decía Coordinadora y la misión principal era buscar el sueldo en Ocumare del Tuy, llevarlo a Barlovento, entregarlo, recibir las firma de mi compañera, devolverme al Tuy y entregar las planillas; el profesor Camacho me preguntó si quería quedarme en Barlovento como Subdirectora o me quería venir hacia Los Teques, le dije que Los Teques; como los viajes me molestaban, pedí que me cambiaran a Ocumare del Tuy y así lo obtuve, llegué al Grupo Escolar Miranda.Primeramente fui al Instituto Nacional de la Vivienda a solicitar una casa y a los quince días ya me la tenían adjudicada, me ofrecieron una de dos pisos y le dije que no me gustaba y me ofrecieron otra, una casita, en el centro de la urbanización con el mismo número, que es donde vivo actualmente, me mudé de Caracas en noviembre del año 1972.En el Grupo Escolar Miranda estuve hasta 1980, que pasé a la Escuela Mercedes Rasco, luego Preescolar María Sosa de Belvis, como directora, de donde renuncié porque necesitaba retomar para lo que había estudiado y obtuve el traslado a la Escuela Básica Rosa Peña, enfrente de mi vivienda.Cuando cumplí 27 años de servicio introduje mis documentos para la jubilación y por miedo a no tener un sueldo durante tres meses, que era lo que sucedía después de salir jubilada, opté por un cargo por la gobernación de Miranda y lo obtuve; salí jubilada en el año 1996, y continué trabajando entre verdes cerros y gente del campo donde hice muy buenas amistades, en Súcuta, domicilio de Mauricio El Encanto de las Aguas, allí permanecí 20 años, todo tranquilidad.Hubo una oportunidad en la cual me ofrecieron la subdirección de la escuela, le dije a esa persona que a mi no me interesaba eso y me respondió que si o si, está bien le contesté. Pero ya en la escuela se sabía mi respuesta y empezaron los improperios, las calumnias, me armaron un juicio con todos los sindicatos del Tuy, para qué?, no sé para qué?, mis compañeros hablaron ofensas miles, lo que se les venía a su mente que yo pensaba, lo decían con tal seguridad, que era imposible creer que personas con cierto nivel de educación y formadores de juventud pudieran hacer semejante acto hostil. (Otro día contaré esa reunión) En el universo todo está medido y estipulado, para ese momento yo me encontraba disfrutando del Club de Lectura de la escuela Rosa Peña de la que había salido jubilada, y las autoridades del Ministerio de Educación estaban solicitando una persona con estas condiciones; a) Que fuera lectora, b) Que perteneciera a un Club de Lectura y c) Que fuera maestra estadal.
Con estas tres condiciones aprobadas me ofrecieron el cargo en una llamada telefónica, para atender el Programa de Bibliotecas de Aula en el Tuy, además de formación permanente con profesores universitarios en el área de Lengua, Seminarios en diferentes partes del Estado Miranda y Caracas, con pago de viáticos, muy chévere todo, pasé un tiempo muy bueno para mi espíritu ya que pinté, declamé, mis compañeras de las otras subregiones me solicitaban el recurso para sus reuniones; hice teatro, estuve en la Biblioteca Simón (creo) Rodriguez de Caracas con un monólogo ("A mi manera", primer premio como texto inédito en el Primer Festival de Monólogos de Los Valles del Tuy) y en la Universidad de los Trabajadores, pero como todo tiene su final me despedí de ellos en 1999 y avisé que volvía a mi escuela, en las condiciones que fuera, porque a mí me gustaba esa escuela y allí me quedaría, aunque una mano peluda me solicitó un traslado para Aragüita, (sin consultarme, sin mi firma como aval) donde perdí mis cesta ticket por tres meses.Ciertamente me fuí de Súcuta en el año 2014, jubilada después de 20 años de servicio en el sector rural, cuando yo quise hacerlo y no por mala voluntad de otro. Aquí participe en invitaciones para ir a la cueva de Mauricio que me era extendida por representantes del Consejo Comunal de El Hornito, pude realizar un libro de 82 páginas sobre la situación de Súcuta, fundación, herbolaria, indígenas, tradiciones, Mauricio, la cueva, asistida por uno de los libros vivientes como fue la Señora Beatriz. En una oportunidad estaba en una reunión con personas de la radio y me ofrecieron trabajar en Radio Armonía de Charallave y acepté gustosa, el trabajo era sobre Historia de Venezuela.Luego, me dieron un espacio en Tuyera y trabajé en un programa infantil: "Magia, Encantos y Estrellas", donde relataba cuentos, declamaba poesías y traía música infantil, venezolanas tradicionales, rondas y estuvimos proporcionando talleres a las personas que quisieran incursionar en la radio comunitaria, que estaba en su apogeo, yo era la encargada proporcionar el tema "Voz y Dicción", "Proyección de la Voz", Entrevistas, Revisión de Material escrito por los participantes, con la emisora Guerrera 91.5 FM. En fin, he participado en muchas actividades que me han llenado de satisfacción, aún hoy, me quedé acompañando a las docentes en sus necesidades: carteleras, afiches y más, porque el maestro siempre necesita ayuda, en el preescolar donde está mi nieta y me ofrecieron ayudar en la Biblioteca, y por supuesto acepté gustosa, porque reúno a los niños de maternal y preescolar, para enseñarle el uso y trato de los libros, música, lectura de cuentos dramatizados y hacer que su estancia en la escuela no sea solamente su aula, sino que piensen en otro lugar que represente el esparcimiento, el lugar de los sueños compartidos en las hojas de un libro.
Y va dando frutos: un bebé de dos años me llamó en la calle, -!Hola¡ !Hola¡, (es tan chiquitico que no lo veía), -Hola mi amor, le respondí; me dijo: -Mira, yo en mi casa estaba leyendo los libros de tu biblioteca !!!!! Uf...Que bueno ¡¡¡¡ me contento, la madre me aclaró, que ella le leía un cuento antes de dormir y él lo hojeaba y lo ojeaba.
Cuando llegué al Centro de Preescolar Año Internacional del Niño febrero 2017
Cartelera que elaboré del mes de mayo 2018
Debemos ser útiles a la Sociedad a la que pertenecemos,
Había una vez una vieja cabra que tenía 7 cabritos y por supuesto los quería como sólo una madre suele querer a sus hijos; un día quiso ir a buscar comida y les dijo: -Queridos hijos, yo tengo que ir al bosque, protéjanse del lobo, ya que si entra los devorará enteros, el malvado se disfraza muy a menudo, pero lo van a reconocer inmediatamente por su voz ronca y sus patas negras.Los cabritillos dijeron: -Querida madre, tendremos cuidado, puedes irte sin ninguna preocupación. Entonces la vieja cabra baló y baló, y se puso en camino llena de tranquilidad. No había pasado mucho tiempo, cuando alguien llamó a la puerta de la casa y exclamó:-Queridos niños, su madre está aquí y he traído algo para cada uno de ustedes. Pero los cabritillos descubrieron en la voz ronca, que era el lobo.-!No abrimos¡ exclamaron, -Tú no eres nuestra madre, ella tiene una voz fina, melodiosa, pero tu voz es ronca, !Tú eres el lobo¡. Después de esto, el lobo se fue a casa de un tendero y se compró un gran trozo de tiza, se la comió y se aclaró con ella la voz; luego regresó y llamó a la puerta de la casa: -Abran queridos hijos, su madre está aquí y he traído algo para cada uno de ustedes. Pero el lobo había colocado sus negras patas en la ventana y los niños lo vieron: !No abrimos¡, nuestra madre no tiene las patas tan negras como tú, tú eres el lobo.Entonces el lobo, corrió a casa de un panadero: -Me he dado un golpe en la pata, échame por encima un poco de masa. Y cuando el panadero le había untado ya la pata, corrió a ver al molinero: !Espolvoréame blanca harina sobre la pata¡ El molinero pensó: "Este lobo quiere engañar a alguien", y se resistió a hacerlo, pero el lobo le dijo: -Si no lo haces, !te devoraré¡. Entonces, el molinero tuvo miedo y le puso la pata blanca. Si, así son los hombres. Entonces fue el malvado, por tercera vez a la puerta de la casa y llamó: Abran niños, su querida madrecita ha regresado a casa y traído algo del bosque a cada uno. Los cabritillos gritaron: -!Enséñanos primero tus patas para que sepamos que tu eres nuestra mamita¡. Entonces, él colocó la pata en la ventana y, cuando la vieron blanca, creyeron que era verdad todo lo que él decía y abrieron la puerta.Pero quien entró fue el lobo, se asustaron y quisieron esconderse: uno saltó por encima de la mesa, el segundo se metió en la cama, el tercero en la estufa, el cuarto en la cocina, el quinto en el armario, el sexto debajo del barreño de lavar y el séptimo en la caja del reloj de pared; pero el lobo los encontró a todos y sin gastar muchos cumplidos, se los engulló. Después de calmar su apetito, se marchó y se tumbó en verde pradera, bajo de un árbol y se quedó profundamente dormido. Mucho más tarde, regresó la vieja cabra a su casa, pero: !Oh, pero¡ Qué veo?. La puerta de la casa está abierta de par en par, mesas, sillas y bancos estaban volcados en el suelo, el barreño de la ropa estaba hecho añicos, la manta y los cojines habían sido tirados de la cama. Buscó a sus hijos, pero no los pudo encontrar en parte alguna.Llamó uno por uno a todos por sus nombres: primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo, pero nadie respondió. Finalmente, cuando llegó al último, sonó entonces una fina voz: -Querida mamá estoy escondido en la caja del reloj. Ella lo sacó y el cabritillo le contó lo que había pasado. Lloró mucho a sus hijos, salió de la casa y cuando llegó a la pradera vio al lobo roncando de tal manera que los árboles temblaban. Lo observó detenidamente y vio que dentro de su vientre algo se movía y se agitaba. "Dios mío" pensó -Estarán mis niños todavía vivos?. Pensando esto fue corriendo para su casa, para buscar materiales de costura; le abrió la panza al monstruo y, apenas lo hizo, sacó un cabritillo la cabeza, siguió cortando y fueron saliendo uno a uno. !Que alegría¡ Todos abrazaron a su madre, saltando de gozo. La vieja cabra, sin embargo, dijo: -Vayan a buscar piedras, porque a este animal le rellenaremos la barriga mientras duerme. Los cabritillos a toda prisa trajeron las piedras y se las metieron en la barriga, la mamá cabra se la cosió a toda prisa.
El lobo se despertó con mucha sed, se levantó y escuchaba un ruido muy feo en su barriga, por el choque de las piedras, y se preguntó: -Bueno, qué es lo que me he comido? yo creía que habia sido, unas cabritillas y resulta que suena como si fueran piedras; llegó al pozo, cuando se inclinó al agua y quiso beber, las piedras lo arrastraron y se ahogó en forma lamentable y los 7 cabritillos comenzaron a bailar de pura alegría con su madre. Y este cuento se ha terminado y el que no se pare, no come helado
Para dar inicio al trabajo o recreación de hoy, escuchemos a la Serenata Guayanesa con la canción infantil Con Real y Medio y degustar al mismo tiempo un cuento:
EL NABO
Era una vez un hombre viejo que plantó un nabo y después dijo: !Crece¡!Crece¡ !Crece¡ !Crece pequeño nabo¡ !Crece y hazte mayor¡, y el nabo empezó a crecer y se hizo mayor...y dulce...y llegó a ser enorme, del tamaño de un arbusto.
Un día el hombre viejo decidió arrancarlo..y jaló y jaló y siguió jalando y no pudo sacarlo de la tierra. Estaba tan cansado que se recostó del nabo y se quedó profundamente dormido. Entonces llegó la mujer y lo vió durmiendo, lo llamó: -Cómo se te ocurre, nosotros esperando el nabo para comer y tú durmiendo aquí muy despreocupado. -Disculpa mujer, estaba cansado y me quedé dormido, jalemos el nabo. La mujer jaló al hombre viejo, el hombre viejo jaló al nabo, jalaron y jalaron y siguieron jalando y no pudieron sacarlo de la tierra. Decidieron descansar al lado del nabo y se quedaron profundamente dormidos.
Entonces llegó la hija y los vió dormidos, sintió molestia y los despertó, -!abuelo, mamá¡ caramba, nosotros esperando al nabo para comer y ustedes durmiendo tranquilamente.
-Disculpa, disculpa hija, estábamos cansados y decidimos descansar al lado del nabo y nos quedamos profundamente dormidos. !Jalemos el nabo¡.
La hija jaló a la madre, la madre jaló al hombre viejo, el hombre viejo jaló al nabo y por supuesto, el nabo muerto de la risa.
La hija llamó al perro Negro, el perro Negro jaló a la hija, la hija jaló a la madre, la madre jaló al hombre viejo, el hombre viejo jaló al nabo, y jalaron y jalaron y no pudieron arrancarlo.
El perro Negro llamo al gato Manchitas; el gato Manchitas jaló al perro Negro, el perro Negro jaló a la hija, la hija jalo a la madre, la madre jaló al hombre viejo, el hombre viejo jaló al nabo, y jalaron y jalaron y el nabo muerto de la risa, porque tampoco pudieron arrancarlo.
El gato Manchitas llamó a la rata Opochichi, la rata Opochichi jaló al gato Manchitas, el gato Manchitas jaló al perro Negro, el perro Negro jaló a la hija, la hija jalo a la madre, la madre jaló al hombre viejo, el hombre viejo jaló al nabo, y jalaron y jalaron y el nabo muerto de la risa, porque los había hecho trabajar bastante y salió completico.
El hombre viejo, cortó un pedacito de nabo con raíz, lo sembró y empezó a decirle:
!Crece¡!Crece¡ !Crece¡ !Crece pequeño nabo¡ !Crece y hazte mayor¡......
(Realmente no sé quién es el autor de este cuento)
Aquí tenemos un poema de Aquiles Nazoa, quien nos habla de aquellas personas a quienes les da mucha rabia, es decir su inteligencia emocional está en desequilibrio, porque se ponen bravas por todo, para recordar: LA AVISPA AHOGADA.
La avispa aquel día, desde la mañana como de costumbre, bravísima andaba El día era hermoso, la brisa liviana cubierta la tierra, de flores estaba Y mil pajaritos, los aires cruzaban pero a nuestra avispa -nuestra avispa brava- Nada le atraía, no veía nada por ir como iba, comida de rabia !Adiós¡ le dijeron, unas rosas blancas y ella ni siquiera, se volvió a mirarlas Por ir abstraída, torva, ensimismada con la furia sorda, que la devoraba !Buen día¡ le dijo, la abeja, su hermana y ella que de furia, casi reventaba Por toda respuesta, le echó una roncada que a la pobre abeja, dejó anonadada Ciega como iba, la avispa de rabia repentinamente, como en una trampa se encontró metida, dentro de una casa. Echando mil pestes, al verse encerrada en vez de ponerse, serena y con calma A buscar por dónde, salir de la estancia
