Este jueves 25 de abril, estuvimos compartiendo con los adultos mayor del Ancianato de la Buena Esperanza, ubicado en Corocito, observamos la impasibilidad en la que estaban, con los brazos sobre la mesa, manos entrelazadas y la mirada perdida. cuando comenzamos a cantar empezó a verse el movimiento, nos pasó bailando por el frente una señora colombiana, que nos dijo que se había escapado de su casa porque la dejaban encerrada con llave, todo el día, que aquí se sentía muy bien, tenía compañía, ayudaba en lo que fuera, le traían telitas para coser y ella iba armando y tejiendo los compartimientos de un cubre-cama.
Otra persona, el señor José, nos dijo que quería cantar, a capella, el pasodoble Granada, y bailar igualmente, me supongo que es español y estaba recordando su música.
Después de las presentaciones, todo el mundo cantó, bailó y recordó, se les puso el micrófono para que se escuchara, hasta la hora de la despedida, una o dos de la tarde.
El señor Victor y Lisette, cantando y yo tomando fotos
Carmen no nos acompañó ese día porque tenía otros asuntos que atender.
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