sábado, 27 de abril de 2019

EL TETERO

Hace mucho tiempo, tendría mi hija mayor como uno a uno y medio años, (Hoy pasa de los cuarenta) en mi casa se había acabado la leche para el tetero, y se lo había comunicado a mi bebé, le dije y le recalqué: 
-Para mañana no vas a pedir tetero, porque la leche se terminó, 
¡ya lo sabes¡, 
entendiste?, 
lo recordarás?, 
ya lo sabes, para mañana NO hay tetero. 
No me vayas a pedir tetero porque no hay, se terminó la leche. 
Éste es el último tetero, porque no hay más. 

La arropé y se durmió, hasta el día siguiente.

Esa mañana, se despertó, me miró, como con intención de pedirme tetero, pero se contuvo. 
No me pidió absolutamente nada, yo sólo pensaba: lo que tiene es un año y logró entenderme, recordar y accionar, qué maravilla de hija me dio el universo. 
Ojalá pueda o siga así para todas las instancias de la vida, que pueda observar y aprender con la experiencia de otros. Amén. 
Pero ahí no terminó el caso. 

En ese momento tocan a la puerta, era una amiga, mi amiga Josefina y le conté la proeza de mi hija de un año, y me respondió: - cuando te pase eso, pídeme, yo tengo lo que tú necesitas, me llevó a su casa, me dió leche, granos, aliños, arroz, y yo sólo le dí la bendición por haber sido tan oportuna y maravillosa. 

Y desde mi trinchera, hoy Gracias amiga Josefina¡¡¡¡¡¡ 

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