Escuché cuando alguien caminaba sobre el techo de mi casa, me senté en la cama y con sumo cuidado me fuí hacia el patio de adentro, y miré hacia arriba, la visibilidad no era muy buena, la noche estaba muy oscura, no podía captar bien qué ser humano estaba acostado en todo el centro; le pegué un grito:
-¡hey...hágame el favor y se baja de mi techo!
El hombre se levantó y pude verle la silueta en la oscuridad de la noche, sin decir una palabra se volvió a acostar, haciendo caso omiso de mis palabras.
Le volví a gritar: ¡Hágame el favor y se baja del techo!....
Volvió a levantarse y volvió a acostarse, lo que me produjo cierta impotencia y temor e incertidumbre.
Le volví a gritar:
¡Hey, es con usted, bájese de mi techo...!
El hombre se levantó y me respondió: ¿Qué dices mamita ?
-¡Que se baje de mi techo!
¡Ah!.....
Se levantó, caminó hacia la parte del frente de la casa y enseguida mi corazón se despotricó como un loco, que no tuve fuerzas para asomarme por la ventana para ver quién era ese ser, si sería un conocido o desconocido, algún borracho o drogadicto de mi comunidad. Corrí, desesperada, con los nervios en punta, abrí la puerta de mi cuarto y entré.
(Cuando entré a la casa, todo el mundo dormía a pierna suelta, ninguno se había despertado, ni con la caminata del hombre sobre el techo, ni con los gritos con los que yo había expresado mi enojo, ¡nada!). Entonces, me senté en la cama y pensé "sería esto un sueño", pero había sido muy real, porque yo acababa de entrar a la casa y mi corazón estaba totalmente desbocado; no prendí las luces porque podía manejarme en la oscuridad y por supuesto no tenía nada qué apagar.
Pero de ahí en adelante no pude conciliar el sueño.
Lo que sí podía repetirme era que "soy muy valiente"...pero cuando me asusto, porque en regla general siempre soy cobarde.
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