Estábamos paseando por El Silencio, de Caracas, mi hija de cuatro años y yo, nos sentamos cerca de las fuentes, miramos los bloques, admirábamos lo largo de las avenidas, y yo le comentaba sobre el nombre de cada uno de los lugares donde podíamos colocar nuestros ojos, adónde llevaba cada avenida, etc estábamos conociendo y reconociendo espacios en el centro de la capital de Venezuela.
Pasó un heladero, la niña me pidió un helado y se lo compré, luego pasó un buhonero vendiendo chupetas, me pidió una y se la compré....
nos sentamos a que se pudiera comer toda la chupeta, poder limpiarle las manos con un pañito mojado y ahí estuvimos el rato necesario para resolver esta situación.
Terminó de comer la chupeta y continuamos el camino, de repente miramos un expendedor de perro caliente ambulante y la niña me dice:
_¡Mamá quiero un perrocaliente!, me acerco al muchacho y le pido uno.
_¿Con qué lo quiere niña?
_¡Lo quiero...sin mayonesa!,...
_¡sin... repollo!,...
_¡sin... cebolla!,
_¡sin... papita!,
_¡sin... salsa de tomate!,...
_¡sin... mostaza!,...
_¡sin... salchicha!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
???????????????? jajajajaja
Yo: Hubiéramos entrado a la panadería y el gasto hubiera sido menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario