lunes, 27 de septiembre de 2021

HOY, PERO QUÉ SUSTO NOS DIO!!!!!

 

Hoy se levantó el día, normal y silvestre, me voy a solucionar los problemas domésticos inherentes al día, lo propio del desayuno para Victoria y mío, la fregadera, barredera y atención a los clientes que lleguen por la venta de casabe; luego me fuí a atender mi oido derecho que aún está congestionado, actualmente me lo estoy lavando con agua de bicarbonato, gotas óticas, voy, descanso y vuelvo a la acción. Me mandaron a decir que unas goticas de la hoja de orégano es bueno, y también lo estoy implementando. Tomé un envase de cosméticos, cilíndrico, le puse allí las hojas lavadas del orégano, tapé, lo coloqué en una tapa con un círculo del producto Renaware, la tapa por una parte y el envase por debajo en la otra cara y lo puse a calentar en una olla con agua, para extraerle de esta forma la clorofila de la hoja que queda dentro del envase cilíndrico.  

Atendí todo lo que debía atender y me senté a leer las noticias del volcán de la isla La Palma, lo que puede suceder cuando empiece a caer dentro del mar, siendo que ya está estudiado y pronosticado que lo más probable es que se  levante un tsunami que vaya a chocar con América norte y sur, con la península Ibérica y con las costas de África.


Precisamente hoy se levantó en Sao Paulo un tsunami anaranjado, parece que de polvo atemorizando a esa población, por lo inverosímil del fenómeno. A nosotros aquí en Ocumare vimos como el cielo se empezó a oscurecer, me imaginé el nuevo huracán, y de repente un ventarrón fuerte y temible que movió techos, tapas de tanques salieron volando, se cayeron varios postes de luz, las guayas electrificadas cayeron por las calles, en fin un desbarajuste total; después de ese griterío de toda la comunidad, porque el ventarrón le quitaba algo, empezó un aguacero frío que empezó a batir las matas, a tumbar árboles, una cancha en el centro, el Parque Junín tenía el techo recién colocado, pues el ventarrón se ocupó de quitarle hasta la mitad, con la tormenta eléctrica se cortó la luz. Vicki me avisa que mi mata de ají está en el suelo, ya tiene un metro de alto, con una buena carga como de dos centímetros de largo,, decididamente le llegamos con un paraguas y un impermeable a recogerla y colocarle unos juguetes a fin de sostenerla, pero aunque no bastó, le puse una silla de plástico, bajo aquel manto de lluvia torrencial, dicen que con granizo, que me hizo recordar mi niñez en Los Flores de Catia cuando la muchachera corríamos en la calle bajo los aguaceros. 

Ya completamente emparamada me fuí al baño y me cambié el vestido, fue un buen chapuzón, sabroso, inigualable, agua fría dándome golpes en la espalda, se llenaron los tanques, muy bueno todo, experiencias no recordadas. Al rato nos regresaron la luz y nos dispusimos al trabajo del blog, mi nieta a sus dibujos y a montar la comida, porque lo que tenemos es cocina eléctrica; y me llamó el vecino, señor Pedro, para invitarnos a Vicki y a mi a un bautizo para el sábado 2 de octubre de una de mis alumnitas Mariángel. Otro día más de vida.

  


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