El cacique Coropaima, fue el compañero de batalla del cacique Guaicaipuro, por lo que a la muerte de éste, cedió el mando a Sorocaima. Tomó parte en el sitio a Santiago de León, ya que deseaba demostrar a los suyos que los españoles eran mortales, como todos ellos, además quería que sus compañeros discriminaran que el caballo y el jinete no eran un solo cuerpo y que se podían separar, para lograrlo dio un flechazo hiriendo a un soldado, a quien vieron caer de la montura, con lo que demostró su teoría de separatividad de esos dos seres.
Coropaima murió junto a su esposa en una celada que le tendieron los españoles, guiados por un indio traidor.
En Charallave los aborígenes sintieron mucho miedo por las armas de fuego, los perros y los caballos, porque pensaban que eran un solo cuerpo, motivo por lo cual se defendieron con más arrojo del que los españoles podían suponer; de aquí se alejó Francisco Infante y Garci-González, quienes se salvaron al alejarse del campo de batalla.
