Mostrando entradas con la etiqueta El Encanto de Mauricio que nos encanta II. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El Encanto de Mauricio que nos encanta II. Mostrar todas las entradas

jueves, 19 de abril de 2018

EL ENCANTO DE MAURICIO QUE NOS ENCANTA 2

Mauricio como todo Encanto tiene muchas historias que cuentan los que cuentan lo han vivido.....Cuentan los que cuentan que la Cueva de Mauricio lleva ese nombre porque en víspera de Semana Santa siempre pasaba por ahí, por la vía de Súcuta hacia El Peñón, un arriero llamado Mauricio; un día de tantos, el ganado que arreaba Mauricio venía muy cansado, asustado y desbocado, yendo directo a la entrada de la cueva y el arriero lo siguió y todos se quedaron dentro de ella; de allí en adelante, todos los años en la época de Semana Santa se oye ruido de ganado en la cueva, y se empezó a ver al señor con un morral en el hombro que viajaba hacia el pueblo de Ocumare del Tuy a comprar todo aquellos alimentos o no que podría cubrir sus necesidades, menos sal; de allí se inició el comentario de la gente de que éste era Mauricio El Encantado.
Desde ese momento 
esta historia 
de tanto contarla
 se volvió 
Leyenda.

La LEYENDA de Mauricio El Encantado


Documental Ficcionado: en Ocumare del Tuy, se realizó en la Casa de la Cultura de esta ciudad, el sábado 11 de mayo de 2002 a las 4 de la tarde, de entrada libre; actuaron Asdrúbal García, Yesenia Hernández, Humberto Suárez, Josefina Barreto (Yo como la madre de Mauricio), Berly García, Eluz Gómez, Eduardo Pino, José Cadena, Efraín Segura, Armando Briceño, Jesús Villegas, Gilberto Medina, todo esto bajo la dirección de Jesús Belisario.
"Es una obra basada en la Leyenda de Mauricio que recoge un compendio de las andanzas y anécdotas de esta figura emblemática de Ocumare del Tuy, estado Miranda, que se impone como el mito más importante del centro del país...."

LAS ALITAS NUEVAS
(A mi amiga Elizabeth)

Elith es un ángel de cara redonda como el sol y alitas blancas como una nube del primer día de primavera.
Su instructor de vuelos celestiales se comunicó con ella un día, conminándola a ganarse un premio que consistía en otro par de alitas nuevas.
Decidida a optar por el mencionado premio, se llegó ante su jefe inmediato, con la razón de saber cómo lo haría para adueñarse del ansiado trofeo. Su jefe le contestó que debía enviar a la tierra muchos pensamientos de matiz delicadamente rosado, o azul más o menos vivo y hermoso a jóvenes de mente pura y de corazón bueno.
Lo que ignoraba Elith era cómo teñir los pensamientos con esos colores, porque en un viaje que hizo a la tierra vio muchos de ellos de color rojo cardenal, surgidos de nubes oscuras, que representaban la cólera brutal; otras de color rojo ladrillo por la cólera y la ira y unos azules oscuros porque los pensamientos eran egoístas.Resultado de imagen para angelito

Aún así emprendió su viaje otra vez, con muchas esperanzas de ganarse otro par de alas, pues las que tenía estaban algo aporreadas, aunque ahora lo haría en vuelo de observación.
Cansada, de vez en cuando asfixiada por el calor que producían esas ráfagas, se acostaba sobre una nubecita blanca como el algodón, a planificar la jornada siguiente.
Habían pasado muchos días y Elith soñaba con lo sutil y armoniosa que podría ser la tierra si todos tuvieran el corazón como ella lo buscaba, cuando de repente, llegaron hasta ella unas nubecitas de refulgente matiz rosado que le hablaban del amor, la amistad, la benevolencia, y se levantó sobresaltada para llegar hasta su origen; allí vio un par de niños salvando un gato de los colmillos de un perro, más allá un joven obedeciendo a sus padres, e iban dos viejecitos pasando la calle, mientras un minusválido en su silla de ruedas detenía el tráfico; en lo alto de la colina otros niños cantaban loas a su Dios y nubes azuladas sin contornos definidos cubrían todo el ambiente, de su seno brotaban a veces como lluvia de chispas, unas brillantes estrellas de color dorado.
De esta manera, Elith devolvió muchos pensamientos de color rosado y azul, y como premio le fueron entregadas su otro par de alitas, tan pero tan exquisitamente blancas y con el orillo de oro, que alborozada, de una radiante alegría se las colocó inmediatamente debajo de los bracitos. 
Resultado de imagen para pensamientos de colores