Un buen día de estos amanecimos sin conexión.
¡Que terrible!,
Me puse a dibujar los próceres, ya que la profesora Maritza, una compañera, me regaló un montón de litografías sobrantes, para ese fin
A hacer carteritas para el celular con su tapabocas,
a inventar otras manualidades,
a limpiar los estantes, a sacarle fotos a las mariposas, a convertir las fotos en animación,
a hablar con las flores para regar sus semillas en la calle, porque realmente me agradaría ver a Parosca convertida en un jardín por donde quiera que se le mire.
Si que le saqué jugo a estar sin internet, a ese aburrimiento total, también escuché mis antiguas canciones para recordar su letra,
ver cómo solucionábamos el problema, a insinuarle a vecinos y conocidos que no teníamos internet, a ver si con su bondad nos ayudaban a conectarnos, por supuesto pagándoles por su uso. Pero todo fue inútil.
Hay un dicho que dice: "No hagas mal que hacer bien no hace falta", peeero, si tú le puedes hacer un bien a alguien que te ha servido a ti en otras oportunidades, pues eso sería ser agradecido, más nada; creo que no te estás humillando, no eres servicio de nadie, no lo estás llevando en el lomo, y.... habla muy bien de tu persona, de tus valores y de tu condición de ser humano, compañeros en este viaje... en este "valle de lágrimas".
Bien, siguiendo instrucciones de uno de los trabajadores de CANTV, había que estar en la oficina central en Ocumare presta para hablar con el supervisor Robert, que es quien entrega las actividades diarias, según los reportes que tengan de las personas que necesiten el auxilio. Mi hija hizo lo propio, en cuanto observamos el vehículo de CANTV, nos dirigimos hacia allí, le hablamos del reporte y uno de los muchachos, me dijo que nosotros no teníamos reporte, pero que SÍ nos iba a resolver el asunto, mandó a otro joven a que en mi casa revisara el cajetín principal, lo probó, lo dejó con unas pinzas, salió hasta la esquina, y regresó para probar de nuevo y escuchar el tono; lo que significa que ya teníamos teléfono local, con su respectivo internet.
Eso fue todo.... ta ta ta tannnnnn
Encendimos los celulares, no pasaba nada y cuando observé que en mi celular ya había internet las muchachas empezaron a gritar: llegó, llegó, llegó, a pleno pulmón, hasta que las mandé callar.
Moraleja: la clave de tu internet es tuya y no debes prestarla, ni darla, como quien reparte caramelos, como lo hemos hecho nosotros con la única intención de servir a quien lo ha necesitado (en una oportunidad había 16 conectados sin costo alguno y hoy que nosotros hemos necesitado, nos comimos una NAIBOA: ta ta ta tan Gracias a la vida que me ha dado tanto....).
Gracias Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela en Ocumare del Tuy, por el servicio prestado, sin costo adicional, como me han hecho creer las malas lenguas, y que nos tenían asustadas.
