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jueves, 4 de noviembre de 2021

DON PANCHO Y SAN ANTONIO


Cuento Folclórico Venezolano

Adaptación y textos Maruja Casanova 

Aquella mañana, antes de que el sol se asomara dejando ver sus primeros rayos de luz, ya estaba Don Pancho echado en el chinchorro del corredor de su casa tomándose un cafecito cerrero. De pronto Don Pancho recordó a Giraluna, su vaca preferida y la tristeza lo invadió.

De un salto se incorporó del chinchorro y comenzó a caminar de un lado para otro sin parar.. No sabía qué hacer para que Giraluna tuviera sus mellizos sin ningún contratiempo; la imposibilidad de que nacieran los dos becerritos era de una entre cuarenta y nueve; por eso estaba tan angustiado. Don Pancho se puso a pensar seriamente en el asunto y enseguida tuvo una idea, le pediría a San Antonio """El Sembrador de Milagros"  que lo socorriera en este trance. Lo primero que hizo fue buscar una mesita que sirviera de altar, la vistió con un mantelito blanco y la adornó con muchas flores, palmas y ramas. Con mucho fervor, Don Pancho se arrodilló frente al altar de San Antonio y comenzó a pedirle por Giraluna y sus becerritos:


Alabado seas

San Antonio de Padua

clemente supremo 

de la fe cristiana.

Aquí en este valle

todos te clamamos

en horas de angustia

tus hijos te amamos.

Cuida de Giraluna

y de sus dos pequeños

humilde y divino Antonio

te lo pido con empeño.

También le prometió que si los dos becerritos vivían, uno se lo daría en su honor al Párroco de la iglesia y el otro se lo quedaría él. Al día siguiente bien temprano don Pancho se dirigió a la caballeriza, ensilló su caballo y cabalgó hasta pasar al sitio conocido como " El Paso de San Antonio" allá mismo en Curarigua. Se detuvo un rato en el río y luego prosiguió su marcha hasta llegar a la vaquera donde se encontraba Giraluna.

Había llegado en el momento preciso; Giraluna parecía que lo había estado esperando. En cuestión de minutos, los dos terneritos vieron la luz del día; eran dos hermosos animales, que Don Pancho contemplaba con una inmensa alegría, y así lleno de satisfacción, miró hacia el cielo y dijo: ¡Ay, San Antonio, el Padre Antonio tiene mala suerte, pues estoy pensando en quedarme con los dos terneros!.

No había terminado de pronunciar la última palabra, cuando Giraluna comenzó a bramar enfurecida. Don Pancho se le acercó y trató de tranquilizarla, haciéndole cariños, pero no lo consiguió. Fue entonces cuando confundido, exclamó: 

¡Caramba, San Antonio, esto tiene que ser obra tuya!. Definitivamente a ti no se te puede gastar una broma. ¡Creíste que era en serio lo que dije y te molestaste!.

Arrepentido de lo que había pasado por su cabeza, se dirigió rápidamente a la casa parroquial, a darle la buena nueva al padre y a ponerle a su disposición uno de los terneritos. De esta manera, dio cumplimiento a la promesa hecha al Santo.

Cada 13 de junio se celebra en las poblaciones de Quíbor, El Tocuyo, Curarigua, Barbacoas, Los Humocaros, Guárico, Sanare (Estado Lara) y en los estados Trujillo y Portuguesa la fiesta de San Antonio de Padua.

Los devotos del Santo comienzan el festejo con el velorio, que es una salve cantada,, los copleros le recitan versos, cantas o coplas a la imagen de San Antonio, y posteriormente, bailan el Tamunangue hasta el amanecer.

Colección Cuentos Folklóricos Venezolanos

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