Carecía de celular desde el 2015, lo ponía a cargar en la noche, me despertaba con la alarma, cuando llegaba a la escuela le mandaba un mensaje bonito a mis compañeras cuyos números tenía, tomaba miles de fotos, hablaba hasta los codos con todo el que me quería comunicar, era una vida feliz, sin grandes complicaciones.
Recuerdo que en mi casa se había comprado una pareja de celulares, es decir que los vendían juntos; un buen día el mío apareció con la pantalla partida, estrellada, sin que a mi se me hubiera caído, otro día tenía otra complicación, sin que yo hubiera intervenido; lo mejor del caso es que el teléfono todos los días tenía un problema, aunque yo lo cuidara como niño chiquito. Un buen día se decidió vender el compañero del mío, y yo me quedé con el mío destartalado. Cosas del vivir. Me compré otro. Porque había la oportunidad y el dinero para cambiar de celular las veces que se quisiera. Ese celular también se echó a perder sin que yo lo dañara, hasta que un buen día se desapareció de la casa sin yo percatarme. Hoy tengo un celular que me dicen es bueno, por eso mismo empecé a tener mis propias fotos para el blog y no utilizar las de google; abrí un canal en youtube con las cosas diarias o interesantes que observo.
El primer cargador en un ataque de algo, a las dos semanas, lo envié a la basura porque no lo quería ver, mi nieta compró un cargador y ese es el que estoy utilizando porque a mi me sirve, a ella no le carga después de usarlo un tiempo. Hoy voy caminando de enchufe en enchufe, porque el celular tiene tres días que no logro cargarle la pila. ¡Que difícil se hace!, con todas las cosas maravillosas que se pueden utilizar, pero ahora la máquina NO SIRVE, comprobado; tengo unos videos, pero no los puedo enviar a youtube, entonces para qué, el fulano celular que no se puede cargar, porque ningún cargador cumple su función y hay que estar cambiando o comprando nuevos a cada rato?. Nooooo.
Así que la solución es cargadores inalámbricos.
Aquí mi celular me tiene intoxicada, paciencia.... paciencia..... paciencia....., tengo que decir como el zancudo que estaba encerrado en el congelador: no me voy a morir..no me voy a morir..no me voy a morir...no me voy a morir....no me voy a morir. zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
