El alcoholismo fue catalogado como enfermedad en la década de los cincuenta por la American Medical Association, por lo cual empezó a conocerse como una combinación de alergia física al alcohol, acompañada por una compulsión por ingerirlo, por ello se le empezó a dar el cariz de enfermedad "compulsiva y mortal", que no respeta género, edad o condición social; se dijo que era pronosticable, progresiva y finalmente fatal si se dejaba sin tratamiento.
Los investigadores intentaron aislar variables genéticas y químicas hasta encontrar lo que ahora se denomina "tendencia al alcoholismo". A quienes sufrían la adicción se les ofreció la esperanza de que su enfermedad mortal pudiera tratarse con éxito por medio de la abstinencia, para lo cual surgió un grupo de apoyo o autoayuda denominado Alcohólicos Anónimos, que fue aceptado rápidamente por la comunidad y cuyos miembros creció rápidamente, que al ser observable el éxito se fue extendiendo por todo el mundo, tomó la frase: "No somos gente mala que trata de ser buena, somos gente enferma que trata de curarse"
Muchas personas de todas las condiciones sociales, aliviadas al pensar que estaban enfermas, en lugar de ser malas comenzaron a relatar su historias personales públicamente con el fin de dar confianza y ayudar a los demás. Hubo mucha gente de la farándula, de todas las profesiones, damas de la sociedad, políticos e inclusive esposas de y presidentes de alguna nación.
Este programa consta de doce pasos, que en su momento lograron mejores resultados, que la mayoría de terapias conocidas, para ayudar a los adictos a dejar el alcohol ya que este sistema funciona basándose en la abstinencia total del alcohol día a día, además de concentrarse activamente en un esquema sofisticado y detallado de asistencia personal durante las 24 horas del día para ayudar a la gente a superar la crisis y elevar su calidad de vida mediante la sobriedad y madurez espiritual. Los tres primeros pasos del programa de recuperación son:
1.- Admitimos que somos impotentes ante el alcohol, que nuestra vida se nos ha vuelto ingobernable.
2.- Llegamos a la creencia de que un poder mayor que nosotros puede llevarnos al sano juicio.
3.- Tomamos la decisión de poner nuestras vidas y nuestra voluntad en manos de Dios, tal y como lo concebimos.
El programa estimula a la gente a ser honesta consigo misma y con los demás, haciendo lo posible por corregir el "naufragio del pasado", pero centrándose también en las oportunidades y bendiciones del momento presente, consagrándose en no crear más dificultades personales, igualmente incitan a la gente a que practique la oración y la meditación, ofreciéndole la oportunidad de ver su problema como "un despertar espiritual" en el que su íntima exposición al dolor y las secuelas de la adicción puedan convertirse en un servicio para los demás.
Las demás son como sigue:
4.- Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
5.- Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.
6.- Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos
7.- Humildemente le pedimos que nos liberse de nuestros defectos.
8.- Hicimos un lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
9.- Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ello o para otros.
10.- Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
11.- Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
12.- Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.
Según los historiadores, se registra que en los tiempos de Quetzalcoalt imponía graves penas morales a algunos pueblos de México antiguo y moderno por el uso inmoderado de bebidas embriagantes; según registra la mitología prehispánica el sanguinario dios Tezcatlipoca se enamoró de una princesa llamada Mayagüel, a la que su abuela, de ella, se opuso a la unión, por lo que huyeron. La doña los persiguió con tal insistencia, que Mayagüel se convirtió en árbol pensando que así podría pasar inadvertida, pero la abuela descubrió el engaño y cortó en pedazos el árbol; de esta manera Mayagüel pasó a convertirse en el primer magüey; su enamorado no se amedrentó ante el cambio físico de su amor, se desposó con ella y tuvieron 400 hijos, uno para cada tipo de borrachera: la borrachera llorona, la alegre, depresiva, triste, elocuente, tímida, bailadora, ..., ..., ..., ..., ..., ...., ..., ..., ..., saca cuentas, son 400, y aquí pensando que ningún borracho piensa que lo es y dicen como los drogadictos: "yo lo puedo dejar en el momento que quiera, pero hoy no quiero". Y...en..ton...ces...????
Tomado de: "Reacciones en los Hamster, provocados al suministrar diferentes dosis de etanol en agua". Realizado por Zerpa/Varios. marzo 2007. Ocumare del Tuy. Liceo Pérez Bonalde
