Te estuve soñando
entre las rocas golpeadas
por el toque sinuoso de la mar
que me inspira,
me alarma,
me tienta.
aunque todo esté confuso
se entreteje lo precoz
lo vital,
los designios
de ese universo latente
que sonó a un solo compás
de nuestros corazones
con un ritmo alucinante
la melodía disforme,
de mi luna de cristal.
Me llegué hasta tu penumbra
rodeé con mis brazos tu ser
me cegué con tus destellos
¡qué imborrable sensación!.
Me detuve en tu universo
piélago del infinito,
hasta perder la cordura
pues rechacé sin cesar
tu insufrible amargor
que no creí que estaría
en mi luna de cristal