Mostrando entradas con la etiqueta esperanzas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta esperanzas. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de diciembre de 2021

MUERTE DE BOLÍVAR

 

Bolívar comenzó entonces a perder las esperanzas de un posible restablecimiento y aprovechando los instantes de lucidez que tuvo el 9 de diciembre, fruto dela última lucha de su organismo por sobrevivir, hizo llamar a su secretario y en presencia de sus oficiales que no habían querido abandonarlo,comenzó con voz temblorosa a dictar su última proclama para sus compatriotas, que, para un hombre que se sentía morir y para quienes presenciaban este último y solemne acto del Libertador, debió tener, como tenía, el carácter de verdadero testamento político:

"Colombianos: Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde antes reinaba la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aún mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono."

"Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión; los pueblos, obedeciendo  al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del Santuario, dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares, empleando su espada para defender las garantías sociales."

¡Colombianos!

"Mis últimos votos son por la felicidad de la patria; si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro" 

Vinieron luego, lentos y terribles los días de la agonía, "El Libertador se va empeorando más" decía Reverend en el boletín del 14 de diciembre. "S.E. va siempre declinando, y si vuelven las fuerzas vitales a sobresalir alguna vez es para decaer un rato después; es la lucha extrema de la vida con la muerte" -dice el boletín del día 16 a la una de la tarde- Poco después empezó el delirio precursor de la agonía; "Vámonos, vámonos -exclamaba el moribundo, tratando de incorporarse, esta gente no nos quiere en esta tierra..."

El 17 de diciembre a las doce de la mañana, vinieron los momentos finales. Bolívar tenía entonces 47 años. -"Todos los síntomas, dice Reverend- han señalado más y más la proximidad de la muerte, respiración anhelosa, pulso apenas sensible... A las doce empezó el ronquido y a la una en punto expiró el Libertador".

Cuando el médico francés cerró los ojos de Bolívar y le cubrió con la sábana, en aquel habitación, donde se hallaban reunidos los últimos y fieles amigos del más grande de los hombres de América, sólo se oyeron los callados sollozos de su fiel mayordomo, José Palacios, que apenas lograron hacer más patético aquel silencio, en el cual temblaba el dolor reprimido de rudos militares que, para no llorar, apretaban con todas sus fuerzas las empuñaduras de sus sables, mil veces gloriosos en las batallas de la libertad.

Aún hoy, leyendo blogs en internet  hay escritores que quieren denostar de Bolívar para ver si pueden quitarle su gloria...misión fallida caballeros, respeten para que alguien les brinde respeto a ustedes.

Extraído del libro Bolívar Indalecio Liévano Aguirre. 1974. Caracas-Venezuela