Para mañana primero de julio cumple dieciocho años mi nieta mayor, relato que voy a hacer del momento de su creación, ya que por tres veces intentó escapar de la prisión donde se encontraba; para ese momento mi hija no vivía conmigo y yo me enteraba esporádicamente de lo que le sucedía. La última vez que sufrió el problema de la placenta previa, yo auí en mi casa le daba vueltas a mi cabeza, devanándome los sesos para ver qué se podía hacer; ese día me levanté, igual que todos los días, temprano y me dispuse a limpiar el piso, para ver si podía recibir alguna idea. Dije: necesito una ayuda, necesito saber cómo puedo ayudar para que esa bebé se quede tranquila esperando el día de su nacimiento, quiero luces, pido luces. Prendí la radio y lo primero que escuché fue: TIENES ALGÚN PROBLEMA?, LOS ÁNGELES TE PUEDEN AYUDAR A RESOLVERLO, CONTÁCTANOS POR EL NÚMERO XXX O VEN A NUESTRA DIRECCIÓN: CHARALLAVE, ESQUINA X, EMISORA X, QUE ALLÍ TE ATENDEREMOS PERSONALMENTE EN NUESTRAS OFICINAS CON LA ESPECIALISTA EN ÁNGELES MARIBEL PEREIRA.
Cuando escuché ésto me quedé de piedra, asombrada, estupefacta, porque había recibido respuesta inmediata a mi solicitud, tomé el teléfono y pregunté la dirección exacta, fuí donde mi hija y le comenté lo acontecido y salí para Charallave. Me bajé en el sitio exacto, enfrente estaba la emisora, subí y allí me atendió el director de la radio, le dije lo que quería y él me pasó a una oficina donde estaba una mujer agradable, con rasgos europeos, que no recuerdo lo que dijo acerca de mis acompañantes (yo estaba sola) y como yo no importaba no le presté atención, ni le pregunté nada, me senté, abrió un libro de símbolos, extrajo un péndulo y empezó a colocarlo sobre el libro, dio inicio a unas referencias acerca de ese embarazo y después de un largo rato y de voltear páginas y más páginas del libro, me aconsejó que hablara con la niña, la cual tenía mucho miedo de nacer, de enfrentarse a este mundo o a esta vida a la que había vuelto, me dijo todo lo que tenía que repetirle en las paredes de la barriga y que no tuviera miedo que los ángeles la iban a proteger. Aún cuando no podemos ver a esta chica porque se fue a Madrid, aún ante cualquier imprevisto o cumpleaños, ella se encarga de orar por mi nieta y las dos están en contacto. De todas maneras la pueden ubicar por face, continuamente está dictando talleres de autoestima y más.
Así con este mensaje, tomé mi autobús de regreso y llegué al hogar de mi hija acostada en una cama con las piernas en alto, para contener a mi nieta. Me senté al lado casi agachada me dispuse a hablar, para que me escuchara todo lo que tenía que decirle, y fueron estas palabras:
-"Mi amor, tú eres mi nieta, yo soy tu abuela, quédate tranquila y espera tu turno para nacer, yo voy a estar muy cerca de ti para protegerte, quererte y ayudarte en todo lo que necesites, ten la seguridad de que no te voy a abandonar nunca........." y no recuerdo cuántas más palabras le dije, porque sé que estuve mucho tiempo agachada hablándole a la barriga.
Después de ese momento, no hubo más problemas, la niña nació bien, hermosísima, con unos ojazos abiertos, una boca roja, cachetes rosados, y nos resultó una conversadora sin igual, inteligente y apta para el arte, que a veces asustaba con las cosas que nos decía.
