miércoles, 18 de marzo de 2020

PRIMER DÍA DEL CO..

En este primer día de reclusión, de cuarentena, de aislamiento para acorralar al covid-19, me levanté entre siete y ocho de la mañana, monté mi desayuno, que consistió en una arepa con huevo frito, plátano, un poco de garbanzos y una taza de café con leche; al rato se levanta mi nieta, Victoria y le preparo la arepa, la cual le sirvo con un poco de leche, que era como la deseaba, con algo de leche extra en una taza. Me fuí a encender la computadora a ver los resultados del avance del virus en Venezuela y el mundo, supe de Italia, que los jóvenes al verse sin nada qué hacer se dedicaron a pasear en plazas y jardines, hasta que el virus cobró más vida y ha llegado a los stándares donde se ha visto, supe de España, la cantidad bárbara en que han evolucionado los contaminados y decesos; USA que de 9 casos, saltó a 4.000, una cosa impresionante y pienso en la cantidad de gente que vive y duerme en la calle, los migrantes que quieren entrar, todo un pandemonium; me llego a América Latina, Argentina donde aún faltaban otras medidas, Chile, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, con sus presidentes en un 8% para abajo de aceptación de sus habitantes, Brasil hablando babosadas y en mi patria tomando medidas adelantadas, para el martes 17 de marzo de 2020, cuarentena social, colectiva, ya que llegaron 28 ciudadanos contaminados de Europa y 5 de Cúcuta (Colombia) y hasta ese momento había 8 en Caracas, 13 en mi estado Miranda, 5 en La Guaira, 2 en Anzoátegui, 1 en Mérida, 1 en Cojedes y 1 en Apure.
También pude observar que los más propensos a fallecer son los seres de 70 a 75 años, los que tengan enfermedades, aquellas personas débiles con defensas bajas.
Me dispuse a continuar haciendo los tapabocas, obsequié tres. Monté una olla de guarapo de monte: orégano con toronjil y algo de pira, preparé un pan con huevo y mortadela frita y me la comí, me tomé un buen vaso del guarapo y me dispuse a terminar unos dibujos pendientes para el escudo del preescolar, que son una ramas que irán a cada lado, atadas en la parte inferior, debajo de una cinta con las fechas de inicio de la escuela.
A medio día mi gente salió hacia el centro de Ocumare y trajo dos curvinas, plátano verde, choguí, monte, ajo en polvo, refresco, preparamos la comida, con arroz, casi en la noche cenamos y para concluir monté una olla de avena para ya tranquilizar la angustia de la desmovilización, que lo único que hay que hacer es prestarnos las computadoras y hacer otras actividades en su defecto.
A la media noche me acosté después de darme un buen baño y no sin antes revisar de nuevo los cómputos.
Venezuela van 17 más casos, total 36

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