martes, 29 de septiembre de 2020

VELORIO DE CRUZ


 El velorio de la Cruz de Mayo, es una festividad folklórica de tipo religiosa, que celebramos el 3 de mayo de cada año, día de la Santa Cruz, velorio que se organiza casi siempre por promesa.


Esta celebración se hace al aire libre, en algunos sitios de Venezuela se erige una cruz, que es vestida previamente por alguna familia, con papel de seda de varios colores, los cuales se corta en tiras y se riza, para luego cubrir la cruz, igualmente se cubre con flores de la comunidad: palmas, riquirriqui, rosas, jazmines, malabares, trinitarias y clavellinas.


Una vez adornada la cruz, se espera la llegada de vecinos y amigos y aproximadamente a las siete de la noche, se da inicio al velorio, con el Santo Rosario, luego la Salve, cantar décimas, fulías e improvisaciones, como son las improvisaciones del Cronista de la Ciudad Ocumare del Tuy Juan José Flores, que dice así: 


"Buenas noches doy señores,

señoras y caballeros

para entrar en esta casa

pido permiso primero.

Santísima Cruz de Mayo

quién te puso en ese altar

los amos de este velorio

que te deben adorar".

Al terminar los rezos y cantos, los organizadores brindan a los presentes, bebidas y comidas; no sólo se hace en las calles, también es costumbre tener en las casas de familia una cruz adornada de menor tamaño, como 40 cm de alto, durante estos días.


Los sitios más tradicionales en algunas ciudades donde existen cruces fijas, son San Francisco de Yare, El Calvario, El Arbolito; Santa Lucía en El Calvario; Santa Teresa, en la avenida Ayacucho, en casa de la familia Robles, barrio Independencia; Cúa, en Cruz Verde y en El Conde; y para finalizar, en Ocumare del Tuy, en Chaparral, Corocito, Sabana de la Cruz y en El Calvario.


Esta tradición religiosa sigue vigente en estas poblaciones, aunque ha venido mermando por la migración de las poblaciones de uno a otro barrio, lo cual ha dado origen a nuevas actividades o desconocimiento por las nuevas generaciones.


Sin embargo, en San Francisco de Yare se continúa celebrando de manera tradicional, igual en la población de Santa Teresa con la familia Robles y en Chaparral donde la tradición no ha decaído.


Al remontarnos a los dueños de las haciendas, con su mano esclava, ellos le daban varios días de asueto para que realizaran sus fiestas procedentes de los cultos que realizaban en el continente africano, donde adoraban a dioses, deidades que no los habían salvado de este sufrimiento que padecían día tras día; así, los llamaban, implorándole volver a su terruño, mezclando estos ritos con los del cristianismo o catolicismo de España;desde tiempos inmemoriales, le cantaban y bailaban a Shangó, a Yemanyá, Obatalá, y otros que fueron permaneciendo en el tiempo, conservando su tradición en grupos muy reducidos.


Cuando observamos que se viste la cruz, es pidiendo que nunca falte el vestido, por lo menos en el año en curso, se mantiene la cruz en un lugar preeminente de la casa. En esta ocasión, los alumnos son los encargados de traer las flores en potes con agua para que se mantengan frescas, cada docente realiza una cruz adornada con los más bonitos y vistosos colores, y es aquí donde el maestro se luce junto con sus niños en una actividad que los llena plenamente. 


El altar se coloca en un lugar central donde haya oportunidad para la participación de todos;se juega a la prenda, donde cada niño entrega algún objeto y lo salva diciendo un verso a la cruz, mientras, llegan los decimistas, rezanderos, cantaores, quienes van rezando mientras colocan su cruz en el altar; rezan el rosario o parte éste, participan en contrapunteos, fulías, cantan, bailan, rezan; al finalizar se brinda con un sabroso carato de maíz, chocolate, galletas, dulces criollos, queso y otros, aunque en otros lugares preparan sancocho, con dulces regionales para brindar a los participantes y despedirlos al final con un recuerdito reciclado. Abajo las imágenes.





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