Una persona me asomó la idea de que me fuera a Los Teques a las autoridades educativas superiores a preguntarle la causa por la que no me habían mandado mis bonos; elaboré una misiva muy fuerte a un tal Basilio, que quizás no tenía culpa de nada, no obtuve respuesta. Me fuí entonces a Recursos Humanos, no sé por qué llegué ahí, pero obtuve respuesta: la secretaria me informó que yo tenía tres meses trasladada a una institución en Aragüita, me preguntó además que en cuál escuela me iba a quedar, le contesté que en la que estaba trabajando, hasta que me jubilaran y así lo hice; y que mis cesta ticket estaban siendo enviados a esa escuela; me fuí a la susodicha escuela y saludé a un montón de gente que conocía; esperé para recibir información, pero todo el mundo ignoraba alguna respuesta satisfactoria para mi. Total mi tiempo perdido, mis alumnos desatendidos, y todo lo que hice para recuperar mis cesta ticket fue nulo.
Claro, no me hizo falta porque siempre he tenido otro sueldo con los trabajos que hago fuera de la escuela, que me gustan: manualidades, pintura, tarjetas, diplomas, trabajos en computadora, láminas escritas o sólo dibujo, cuadros de conceptos o mentales, láminas de fiestas, murales, asistencia a estudiantes, pero ese no era el caso, el caso pertenece al Valor de la RESPONSABILIDAD y cada quién sabe en qué falló. Yo seguí asistiendo, trabajando y cumpliendo con mis obligaciones con mis alumnos, de la escuela y de la comunidad. Lo demás no importa.Lo escribí porque lo recordé
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