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jueves, 12 de noviembre de 2020

LA REINA DEL GUÁCHARO



 Urimare era el nombre de la reina del Guácharo.


La cueva del Guácharo se encuentra situada muy cerca de la población de Caripe, en las montañas del norte del estado Monagas, las cuales son consideradas como un prodigio de la naturaleza y una de las maravillas del mundo.

Antes se decía y comentaba que esta cueva no tenía fin, que llegaba a Brasil o a la isla de Trinidad, y en la actualidad se ha llevado excursiones que han demostrado que tiene una longitud de  5.362 metros con innumerables pasadizos y galerías.

Se permite a los turistas un paseo que se extiende, hasta el Salón Precioso, descubierto por el científico Agustín Codazzi, a unos 1.500 metros de la entrada, lo cual se constituye una excelente caminería, representando su recorrido en un paseo inolvidable, a la luz de las linternas, conducidos por unos guías adiestrados en espacio y explicaciones precisas y graciosas, lo cual se siente adentrarse en un mundo encantado. Al igual que en las cuevas de El Peñón en Súcuta, las estalactitas y estalagmitas se transforman en figuras caprichosas como la Virgen del Carmen, del Valle, el Ángel de la Guarda, una palmera, cabeza de elefante, alcatraz en picada, un león, una tortuga.

En esta primera parte de la cueva viven los guácharos, que llenan el espacio con sus chillidos para guiarse en la oscuridad, como los murciélagos, ya que son aves nocturnas, pues  no soportan la luz, sólo emigran por las noches en busca de los frutos con que se alimentan, buscados a varios kilómetros de la cueva. Son aves gregarias, es  decir andan siempre en grupo, en el día se nutren con sus frutos y vomitan la semilla y conchas al suelo de la cueva.

Los indígenas Chaimas, consideraban que los espíritus de sus antepasados habitaban el fondo de la cueva y se abstenían de entrar por temor a perder la vida, cuando escuchaban sus gritos lastimeros; así que Guácharo significó para ellos: "El que llora y se lamenta" 

La princesa Urimare, valiente y bella, que ellos llamaban la reina, defensora esforzada de la tierra del Guácharo contra los conquistadores, se atrevió nunca a violar la caverna, ya que ella organizaba a sus guerreros a la entrada, los enardecía con sus palabras de fuego y hacía que juraran a sus antepasados que defenderían la tierra con valor, lanzándolos hacia los invasores blancos.

Un día Urimare observó con tristeza que dos invasores blancos habían entrado y salido de la cueva vivos y sin miedo,  por ello empezó a languidecer de tristeza y desconcierto, porque si estos seres extraños habían vencido a sus antepasados, también los vencerían a ellos, y en una batalla cayó prisionera, siendo ahorcada en la ciudad de Cumaná.


Su cuerpo murió, pero su culto y su magia sobrevivieron. La reina del Guácharo, soberana de los Chaimas, es venerada por muchos campesinos de las montañas de Monagas, preside la Corte Celestial, y junto a ella los indios Maturín, Iguanaina,, Taupocán, Guarapiche y Anana.


Historia tomada del libro "Leyendas y tradiciones Venezolanas"  de Antonio Pérez Esclarín