Cuando una de mis hijas estaba pequeña, un día salí temprano a la bodega a comprar un litro de leche, la dejé dormida y fuí rápido antes de que se despertara, llegué, puse el envase congelado detrás de la cama en la peinadora; la desperté y le dije: ¡¡Maigret!!, ¡despierta!, ¡tengo un dedo mágico! ¡y voy a aparecer ahorita mismo un envase con algo que a tí te gusta mucho!, ella entusiasmada me preguntó que si era verdad lo que yo le estaba diciendo, le contesté que sí, que era verdad y que lo comprobaríamos inmediatamente, así que dije: ¡¡abra cadabra pata de cabra!!, ¡que aparezca aquí mismo un litro de leche congelada!, ¡¡plum y apareció!!, ¡¡que sorpresa!!, ¡¡que alegría!! los ojos le brillaban de emoción, de incomprensión, de alegría. Pasamos un buen día repleto de felicidad por esa sorpresa mañanera.
Hoy abril 2021, mi nieta me dice:_Abuela prepárame una arepa con esta harina!, (que era más o menos el dedo índice acostado de un kilo de harina)_ Lo que pasa es que sólo te va salir una arepa del tamaño de una moneda. _¡¡No te creo abuela!!, ¡¡no te creo!!. _¡Pues créelo!, ¡porque es cierto!, mientras buscaba en la despensa un envase de un cuarto con harina que había visto con anterioridad para unirla con la otra y sacarle una arepa grande, y ¡lo encontré!. Lo vacié en el otro envase con el poquito de harina de maíz que ella me dio, por cierto las dos harinas de color amarillo. La llamé y le dije: ¡Victoria!..¡abracadabra!...¡que aparezca ahorita mismo harina de maíz suficiente para una arepa grande!. ¡Nooo abuela! ¡esa harina no!, mejor dicho eso no es harina, ¡eso es condimento!. _Cóooomo? condimento? ¡jajaja!, ¡el truco me salió mal!, porque yo pensaba hacerte una magia con las harinas y resulta que yo era la única que no sabía que eso era condimento, ya que como se parecía a la harina por el color, ¡¡era harina!!.
En fin no hice arepas sino que esperé hasta que estuviera hecha la comida del mediodia, sin arepas.
