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miércoles, 25 de noviembre de 2020

PAGO DE DEUDA



 ¿Saben algo? Los imperios europeos justificaban la esclavitud africana diciendo que era un pago de una deuda. Es decir que como ellos habían bautizado a los africanos, éstos debían pagar con trabajo la salvación de su alma. En 1817, el rey Fernando VII de España, justificó la esclavitud como manera de dar a los africanos la oportunidad de venir a América para ser instruídos en el conocimiento del dios verdadero y por eso se debía pagar. Claro está, no se refirió a los millones de africanos arrojados al mar para salvar las embarcaciones que venían atiborradas de seres humanos en las más precarias condiciones que ustedes puedan imaginar.

¡Que cinismo! ¿Quién quiere abandonar a su familia, a su tierra, a sus espíritus, para salvarse ante una religión que no se conoce, que te cobrará con esclavitud la salvación.


Ocultaron esta historia y se esforzaron por escribir otra bonita e inventaron adjetivos como mulatos, fíjense como sigue presente la noción de animal: mulato de mula, con una carga de desprecio aún mayor, porque las mulas son estériles, no dan hijos. Para ellos no eran personas. ¿Sabían ustedes que algunos esclavistas llegaban a la crueldad de quitar los genitales a los hombres, para evitar que se mezclaran con una "raza" distinta? 

Una historia oficial que negaba el derecho de los pueblos a conocer sus orígenes; que pretendía avergonzarnos de nuestro pasado, de nuestra piel; que hasta se apropió para las élites de los aportes que trajeron desde África nuestros parientes.

Una historia que intentaba poner por encima al europeo o su descendencia- lo llaman en USA, los de piel caucásica, y aquí blanca- por sobre los descendientes africanos.

Esa historia oficial sacó de las escuelas los estudios sobre África y apenas dejó nociones simpáticas sobre la esclavitud como un mal necesario, como la mano de obra que necesitaba América, aunque se acabara con millones de africanos y sus familias.