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lunes, 14 de marzo de 2022

EL CABALLO DE TROYA

 


Había una vez un rey llamado Príamo, que era el rey de Troya, una ciudad grande y amurallada y tenía dos hijos varones, que tenían por nombre Paris y Héctor, el primero era famoso por su belleza y el segundo por su valor.

Un día, el príncipe Paris fue a la ciudad de Esparta y conoció allí a la mujer más bella de toda Grecia, cuyo nombre era Helena y su esposo era el rey Menelao, al verla, él se quedó encantado y decidió llevársela consigo a Troya; cuando el rey Menelao se enteró del rapto de su esposa, lleno de furia  convocó a todos los reyes de Grecia, para declarar la guerra, para ello reunieron a mas de mil naves y muchísimos soldados para zarpar hacia Troya, desembarcando frente a sus murallas para rodear la ciudad.

Durante el día atacaban y por la noche descansaban para recuperar fuerzas; había entre ellos un griego muy valiente llamado Aquiles y el más valiente de los troyanos era Héctor, hermano de Paris. En lucha pareja estaban pasando los años y ya iban nueve y no había ningún ganador, e inclusive los soldados griegos cansados de luchar estaban pensando, en regresar a sus hogares.

Ulises, uno de los reyes griegos, no quería retirarse sin ganar y tuvo una idea, que consistía en construir un enorme caballo de madera, que tenía una escotilla escondida en el flanco derecho e izquierdo, tenía grabada la frase:"Con la esperanza de un retorno seguro a sus casas, después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea"

Dentro de ese caballo escondieron muchos soldados, todos los demás se subieron a sus barcos y simularon que volvían a Grecia, pero en realidad sólo fueron hasta una isla cercana.

Al ver esto, los troyanos, grandes creyentes de los dioses, cayeron en el engaño, aceptando el caballo para ofrendarlo a los dioses, ignorando que era un ardid de Odiseo, el capitán de los griegos, para traspasar sus murallas, por lo que salieron de la ciudad a festejar y llegaron hasta la playa, mientras los demás se preguntaban el significado de ese enorme caballo de madera.

Sinón, un espía griego, convenció a los troyanos para que metieran el caballo, explicándoles que era un regalo de Poseidón para la diosa Atenea, que era la diosa de la guerra. Por la noche los troyanos decidieron llevar el caballo a la ciudad, y como era sumamente grande tuvieron que romper parte de la muralla, para ponerlo en la plaza central.

Hicieron una gran fiesta, tomaron mucho vino, comieron y bailaron hasta agotarse, sin imaginar lo que iba a suceder, pues cuando la fiesta estaba por llegar a su final, Sinón, dejó salir del caballo los soldados griegos armados, y abrieron el resto de las puertas al ejército que había vuelto en sus barcos e ingresaban también por la muralla rota, siendo así que los troyanos no pudieron defenderse y los griegos incendiaron la ciudad.

Como moraleja, debemos tener cuidado con los Caballos de Troya que andan por ahí, ya sea como amistad, como grupo, como equipo, siendo lo más importante no confiar tus cosas delicadas a todo el mundo. Las cosas vitales deben estar resguardadas para que no se rieguen o se pierdan.

Relato tomado del libro El Cardenalito para niños de primaria.

jueves, 14 de octubre de 2021

BOVES Y SU TESORO


POR: ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN

Nuestro querido escritor de historias, nos cuenta que José Tomás Boves fue  un feroz caudillo realista, que nació en Asturias, España; llegó a Venezuela a los 16  años y se dedicó primeramente al contrabando, motivo por el cual fue preso en Puerto Cabello, luego fue enviado a Calabozo, un pueblo inaccesible, rodeado de sabanas infinitas, para que terminara de pagar su condena; aquí montó una pulpería, que le brindó fortuna rápidamente y cuando los patriotas proclamaban la independencia de Venezuela el 5 de julio de 1811, lo celebró y colaboró con la naciente república, entregando 50 caballos con sus monturas, lanceros y lanzas; pero los mantuanos desconfiaron de él y lo mandaron a apresar, motivo éste que provocó un cambio de actitud de Boves, cambiándose de bando y odiando a los patriotas hasta el maltrato cruel. En Valencia después de jurar delante del Santísimo Sacramento que cumpliría los términos de la capitulación, asesinó salvajemente a más de 300 soldados, 60 oficiales, numerosos civiles; igual hizo en Barcelona, en la Catedral de Cumaná. Este segmento fue eliminado en el blog, ya que fue tan cruel el desempeño de Boves, que hay que buscar el libro para ampliar la información.

Antes de la Batalla de Urica, decidió enterrar el tesoro que  había escamoteado en Cumaná, junto con seis soldados y un esclavo, a quienes hizo cavar un hueco al pie de un cerro, luego del hecho, el esclavo desapareció a los soldados y él hizo lo mismo con el esclavo, para que nadie pudiera revelar el lugar de su tesoro; con sus manos llenas del líquido vital, invocó al espíritu de los muertos, diciéndoles: "Ustedes guardarán mi tesoro hasta que yo regrese"; 

pero Boves nunca lo hizo, ya que una lanza del bravo Zaraza, en la llanura de Urica, se lo impidió (Estado Monagas).

Desde ese día, muchos han buscado en vano ese tesoro, pero si han visto el alma en pena de Boves, que en las noches cerradas, galopa sobre la llanura, sin descansar su espíritu por haber derramado la sangre de los fieles soldados y esclavo que lo acompañaron en esa empresa.


Los que han visto su espanto, cuentan que su caballo es tan negro como la noche, con ojos brillantes como carbones encendidos, el jinete viste el traje militar de los jefes realistas; cuentan que recorre velozmente todo el valle de Las Pacas, al sureste de San Antonio de Maturín, hasta llegar al pie del desfiladero, donde empieza la montaña, y allí el caballo se encabrita y luego la visión desaparece.

Cuentan los que cuentan, que el único modo de aquietar el espíritu de Boves y encontrar el tesoro, sería decapitando siete personas en el lugar donde lo enterró, pero afortunadamente, creemos, que nadie lo ha intentado y esperemos que nadie los haga.....


Libro: Leyendas y Tradiciones Venezolanas.
Por Antonio Pérez Esclarín