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miércoles, 16 de junio de 2021

MI MUÑECA ROTA


No recuerdo muñecas en mi vida, lo que si recuerdo es que nos aplicaban el hecho de que si no "nos portábamos bien" el Niño Jesús no vendría en Navidad, lo verdadero era que al Niño Jesús, siempre se le olvidaba nuestra dirección, o por lo menos la mía, que tengo tantos recuerdos de mi niñez y no recuerdo los de la "feliz Navidad". 

En una oportunidad el Niño Jesús me había traido un muñeco sin ropa y mi mamá se dedicó a coserle un trajecito, con la máquina, escandalosa, Singer que le servía de sustento, al lado de mí cama, yo abrí los ojos miré al muñeco y me volví a quedar dormida. En realidad no recuerdo ese muñeco, pero tengo una muñeca muy especial, que según escuché había sido recogida de un basurero, toda empantanada, con un hueco en la frente; creo que la amaba muchísimo y le tenía mucha lástima por la historia tan dolorosa que traía, porque recuerdo que yo le decía: _Conmigo vas a ser feliz, porque nadie, nadie te va volver a romper la cabeza otra vez. 

Esa muñeca era tan especial que tenía un lindo vestido azul de tachones y hasta tengo una foto con ella, creo que de la edad de seis años, con un libro y la muñeca al lado. 

A mi me faltó muñecas, pero libros, periódicos y revistas sí tenía y recuerdo a una vecina colombiana que me llevaba a su casa a que practicara la lectura, buscaba una revista Selecciones, escogía un relato cualquiera y me lo daba, con el intercambio de unos macarrones fritos en mantequilla y cebolla, al que le agregaba al final queso parmesano y me lo servía en un plato de postre, por supuesto yo a saborear lo que me había ganado, aunque le hacía trampas con la lectura.

Pero ya me salí....continuemos con el relato: Esta es otra de las costumbres de nosotros los venezolanos, la llegada o venida del Niño Jesús el 24 de diciembre. A los lugares a donde no se presenta es porque no puede pasar, dicen muchas groserías, o consumo de sustancias maléficas, tiene muchas piedras el camino, o hay pantano, basura, o mucha vegetación con bichos que pican; pero a todos los amantes de las varitas mágicas, nos encanta entablar ese tipo de conversación con un niño:

-¡Hola mi amor!

-Hola

-¿Qué te trajo el Niño Jesús?

--¡Me trajo este carrito! ¡Y mira lo que hace!

-¡Y a mí me trajo esta muñeca1 ¿Y mira como salta!

O empieza a divagar sobre la felicidad que tiene por lo que el juguete hace o deja de hacer, y es bonita esa comunicación, porque es la expresión de un niño sobre el premio que ha tenido por haberse portado bien ese año, o haber sacado buenas notas, o aprendió a leer, o   memorizado la tabla de multiplicar y aunque se hubiera portado requete mal, pues para que haga el intento de portarse bien en el año venidero.


Cuando un niño, por lo menos a mí como maestra, me pregunta o me explica esa situación, me da dolor que a ese niño le arranquen su inocencia o su fuente de ilusiones, su alegría para la época de Navidad, y tenga que comportarse como uno más de la manada, cuando está observando y oyendo, al máximo de infantes como él, que esperan al Niño Jesús. 

En resumen, cada uno de los jefes de familia hace con su vida un saco y se mete dentro, el problema es que meta dentro de ese saco, también, las ilusiones de sus hijos.  



lunes, 31 de mayo de 2021

CUCARACHITA MARTÍNEZ Y EL RATÓN...


 Estaba Cucarachita, barriendo el sótano de su cueva
cuando de pronto la nena, un mediecito encontró.
En el primer instante, fría de emoción quedó,
y disimulando un poco, delante de su vecina
le dijo: tomaré carato ´e piña, para calmarme la sed 
revisar el asado, a ver si le puse sal.
Doña Rata, dijo hummmmmm, qué raro que esta muchacha
esté revisando asado, no será que se habrá enamorado?
estas muchachas de ahora, no viven sino pensando
en cómo emperifollarse, para salir a pasear
en una moto montadas, diciendo que van "ique"
a un baile folklórico, Yo a estas horas tenía
esta casita bien limpia, como una tacita brillante.
Todas las damas presentes, a meterse en su cocina
y al llegar la nochecita, se vaya a rezar el rosario
y de ahí a la camita.
Pero la Cucarachita, como una loca, loquita,
agarró su mediecito y lo guardó de repente
en el bolsillo de su lindo delantal.
Se veía muy hermosa, suspiraba tiernamente
¡Me compraré un automóvil!, ¡O unas cremas de belleza!
¡O vestidos o perfumes!, ¡No, ya sé qué me compraré!
¡Unos lacitos rojos y un vestido bien bonito!
¡Me sentaré en la ventana para flechar corazones!

Después de ésto, aparecieron, a ofrecerle amor eterno, 
para un distinguido casorio: el señor Toro, Don Canario,
todos prometían mucho y ella no les creía nada.


En cambio apareció un ratoncito, al que le decían Pérez
que calladito y muy quieto, dijo: ¿Qué podía ofrecerte yo?
Un sueño maravilloso, sería casarme contigo,
inefable, de poesía; a lo que ella contestó: ¡acepto!,
¡acepto gustosa! y la boda se preparó: ¿Me quieres?
¡Si! ¡Te quiero mucho!, Como de aquí a las estrellas.
Y a la hora de la cena, se preparó un chocolate
¡Qué rico está! saboreaba el ratón Pérez
¡Cuidado mi ratoncito!, ¡Qué rico está el chocolate!
¡Cuidado! ¡Cuidado! Demasiado tarde ya
El ratón Pérez cayó en la olla...
y la cucarachita Martínez
lo siente y lo llora.


Narración oral para la dramatización del cuento.





  

martes, 27 de abril de 2021

LA NIÑA VESTIDA DE NEGRO

  

Veo por el rabillo del ojo a una niña como de seis o siete años que había entrado a mi habitación, se había colocado a mi lado y me quería despertar; como yo estaba dormida, en ese momento me desperté y entreabro los ojos para ver quién era, observo que hacía muchos gestos y movimientos con sus manos, con sus dedos, como que me quería tocar o despertar o asustar, arrepintiéndose a cada rato, no se atrevía; esta niña también estaba vestida de negro deslucido, como Brenda, muy lavado. 
Como yo le estaba observando bien sus gestos.... 
aunque no podía verle el rostro me lo suponía, decidí abrir los ojos pensando que era mi nieta, para que viera que yo estaba despierta, que no se preocupara y los abrí, como para asustarla yo a ella, pero grande fue mi sorpresa, además del susto cuando lo hice, porque me di cuenta que lo que estaba en el frente de mis ojos era la sábana que me estaba tapando la cara, ja ja la asustada fuí yo, gracias que era amaneciendo y me levanté rapidito.
Concluyendo, que aún cuando seguía el guión planteado, aún soñaba y no sé qué más se pueda leer de ahí, ya que era demasiado real para que fuera mentira., pues sentí, primero, que la puerta de la habitación se abrió y escuché venir a una persona hacia a mí y detenerse a mi lado, lo que me hizo entreabrir los ojos para ver quién era.. También pienso en la cantidad de espíritus que se están desencarnando, quienes en su paso visitan a quien los pueda ver y recibir, aunque yo no tenga ningún interés en ello.