jueves, 17 de septiembre de 2020

HOTEL VALLE GRANDE

 En agosto 2008, pasamos las vacaciones en Mérida, Cordillera de los Andes, un lugar excepcional por la singularidad de sus paisajes, de su gente, de su alimentación, de su música, y de lo bien que uno se siente ahí, compartiendo con sus comunidades. En esta oportunidad nos alojamos en la suit del hotel Valle Grande, km 10 del Páramo La Culata, perteneciente al Instituto de Previsión Social del Ministerio de Educación. Aquí guardo celosamente algunas de las fotos que tomé con mi celular.

Visitamos en esa oportunidad los Chorros de Milla, la comunidad de Los Aleros, que para ir a lugares específicos en la recepción hay diferentes listas donde uno se anota y recibe las orientaciones de salida y entrada, de nuevo al hotel, También se puede hacer individualmente y no en excursión, como lo hicimos nosotras, que llegamos en taxi y esperábamos el autobús para devolvernos.

    
Llegando al hotel, inscribiéndonos en la recepción

    
Vista desde el parque   

 
                             Paseo y una cabaña

          
Prendas en los Chorros, me compré una sortija


saboreando algodón de azúcar

          

En los Chorros de Milla, peces

          

          En Los Aleros                             Andrea espera su cédula de identidad

         

Esperando en la parada                         Comprando dulces

                 

Como el perro labrador de Bolívar, Nevado


           




       

En la plaza Bolívar

      






     
  

Lugareños, imprenta    

   
cuadros pintados con chimó

   

No podía faltar el teatro, cuando llegamos había música y bailé

     
          Él nos estaba indicando un acuario y un museo
    
Aquí estábamos en el centro de Mérida, la iglesia
       


              La heladería Coromoto con todos los sabores
En el hotel

   
Mi habitación





Y bueno, me encontré con europeos que decidieron huir de sus países y encontraron en Venezuela un apoyo, un hogar, un reposo para sus días agitados o perseguidos, me imagino que ya sus cuerpos estarán en reposo eterno, o quizás no, por la vida tan agradable que llevan o han llevado, ya que hicieron de sus profesiones antiguas un arte aquí en América, enseñando a los más jóvenes el conocimiento que da continuación a más aprendizajes.



      







        


   



lunes, 14 de septiembre de 2020

HOTEL PÁRAMO

Uno de los lugares a donde íbamos de turismo  era a Mérida, un lugar de paz enclavado en la cordillera de los Andes, este viaje efectuado en el año 2010.

En esta oportunidad visitamos el hotel  Páramo La Culata, recorrimos sus instalaciones, pasamos un día muy bueno, mientras estábamos alojadas en otro hotel, aquí  muestro las fotos.


Estas son dependencias del lugar

Las niñas pasearon con los animales


Había animales de granja 

Un conejito

Pista de patinaje


 
Gabi se cayó patinando

Ya bajaban las nubes frías

Alquiler de bicicletas

Entrada a un espacio de reuniones

Lagunas donde hay peces


Buscando animalitos

Paseando
Edificio del hotel

vegetación 

Vista desde arriba

Pasamos un día muy bonito, que fue más bien una venta de un cupo para las instalaciones, nos agradó mucho, pero sencillamente nosotras no fuimos a comprar cupos, sino a gastar lo que llevamos en las vacaciones anuales


No permitamos que otros seres nos roben la energía, 

seamos luz en el ambiente donde estemos, 

que esa luz repercuta en otras estancias compartidas, 

con creaciones positivas de afecto  y empatía.


Aquí dejo el enlace para ir a medicina tradicional

https://carjosbarreto.blogspot.com/

o qué ventajas le he visto al aguacate


viernes, 11 de septiembre de 2020

EL ÁVILA

 Uno de los lugares bonitos que a los residentes nos gusta visitar es El Ávila, a donde primeramente llegamos en un autobús que nos traslada a Caracas, la capital de Venezuela, de allí, esperamos en las instalaciones de distribución de pasajeros y nos montamos en un funicular, el cual nos hace recorrer con la vista las montañas que tienen diversas paradas hasta llegar a la última, que es donde nos bajamos. En este vehículo admiramos la ciudad de Caracas, en su modernismo, sus casas en los cerros y sus calles viejas, con una vista preciosa y admirable. Luego nos acercamos al Hotel Humboldt, visitamos la recepción, paseamos por sus callecitas, observamos las flores, compramos el desayuno, que en esa oportunidad fue cachapa con queso, recorrimos toda la parte superior, luego bajamos en jeep hasta el pueblo, alli pudimos comprar uno que otro souvenir, almorzar, pasear, recorrer el espacio y despedirnos para tomar el funicular y el autobús que nos traería de vuelta hacia los valles del Tuy, con mucho frío ya por la hora.

Aquí dejo algunas fotos de este paseo efectuado el 08 de abril de 2012.

En la cola

El Terminal del Teleférico

Esperando el funicular


El funicular y abordándolo con mi nieta


Vista de Caracas

Las instalaciones en El Ávila

Arriba en el paseo

Venta de dulces

Venta de dulces y flores

La hortensia, reina del lugar

Hotel Humboldt

En la recepción

El pueblo

08 de abril de 2012
Caracas Venezuela