lunes, 21 de septiembre de 2020

MI ÁNGEL DE LA GUARDA


 Después de realizar algunas actividades antes de irme con Morfeo, terminé mi último traguito de té de orégano con pepa de aguacate, calientico, me dirigí a mi habitación; realmente estaba agotada, quité el edredón, desdoblé la sábana, me cambié de ropa y me senté en la cama, pensando en las cosas que había hecho en este día desde que me levanté y las que debía solventar al día siguiente: que sería como siete u ocho de la mañana, fui al baño, luego a preparar mi desayuno, me comí una arepa redondita con queso y mantequilla, me fuí a barrer y recoger la basura, montar el té y el café, enseguida a punta de diez llegó la primera alumna, quien en estos momentos la tengo afianzando la expresión oral, ya que la mamá quiere que su muchacha sea poeta. Y la mejor forma es que tenga a mano diferentes textos poéticos para que vaya amando los versos, se fue la niña y me fuí a buscar almuerzo, monté unos espaguetis, almorcé y me senté en la computadora, revisé varios aspectos, noticias, visiones, entrevistas, misticismo, comenté y peleé con uno que otro comentarista, abrí mis blogs, busqué información acerca de lo que iba a publicar, hasta que llegó la primera alumna de la tarde, en tercer grado, a quien debo mantener firmemente motivada porque enseguida todo le da flojera, se va y entra el segundo alumno de la tarde, muchachito de primer año de bachillerato, muy bien formado, sumamente inteligente, a quien le estoy haciendo un repaso total de lenguaje, matemática e inglés, pero aquí tengo que estar muy pendiente, porque éste no vuela porque no tiene alas, pero se sabe todo lo que le ofrezco para su edad, grado y mis conocimientos. 

Se va también este niño y llega Sebas, un niño autista que ya va por las tres cuartas partes del libro de lectura, y estoy tratando que analice su lectura, porque cuando llegó a mis manos, sabía las sílabas pero no captaba las ideas, ahí voy con suma calma; él lo que hace es reírse y soltar carcajadas, como que le causa mucha gracia lo que está haciendo. Cuando me ve seria me dice: "No maestra, no te pongas brava, que ya voy a trabajar", - No, no, yo no estoy brava, pero vamos hacer la tarea antes que tu abuelo venga, que ya va venir......, y así... todos los días. 

Se va el niño y me quedo sentada con la computadora escribiendo, analizando, redactando, buscando fotos y demás, hasta  la hora de cenar, que es cuando encuentro más información virtual que me hace quedarme hasta la madrugada sentada leyendo o guardando en la computadora, de vez en cuando pongo una canción en karaoke para practicar lo  que me debo aprender.

En fin, me voy a acostar y estaba soñando que estaba acostada, dormida pero entreabrí levemente los ojos y la ví sentada a un lado de mi almohada, era una anciana de cabellera blanca chifluda, traje vaporoso blanco, regordeta, con un pañuelo también blanco, grande, que le hacía señas a alguien que quería entrar y ella, con voz muda y con el pañuelo le decía que se fuera, como indicándole que no molestara, que no entrara, que yo iba dormir.

Si esa es mi angelita está muy anciana, la veo muy  anciana, yo sé que me ha allanado el camino muchas veces, sé que no ha sido fácil para ella y se lo agradezco por todas las veces que me ha salvado. Gracias mi angelita, espero sigas cumpliendo la misión que te ha sido encomendada, por tí es que me siento bien, todavía con ganas de hacer mejores cosas y cumplir con otros proyectos que tengo.






jueves, 17 de septiembre de 2020

HOTEL VALLE GRANDE

 En agosto 2008, pasamos las vacaciones en Mérida, Cordillera de los Andes, un lugar excepcional por la singularidad de sus paisajes, de su gente, de su alimentación, de su música, y de lo bien que uno se siente ahí, compartiendo con sus comunidades. En esta oportunidad nos alojamos en la suit del hotel Valle Grande, km 10 del Páramo La Culata, perteneciente al Instituto de Previsión Social del Ministerio de Educación. Aquí guardo celosamente algunas de las fotos que tomé con mi celular.

Visitamos en esa oportunidad los Chorros de Milla, la comunidad de Los Aleros, que para ir a lugares específicos en la recepción hay diferentes listas donde uno se anota y recibe las orientaciones de salida y entrada, de nuevo al hotel, También se puede hacer individualmente y no en excursión, como lo hicimos nosotras, que llegamos en taxi y esperábamos el autobús para devolvernos.

    
Llegando al hotel, inscribiéndonos en la recepción

    
Vista desde el parque   

 
                             Paseo y una cabaña

          
Prendas en los Chorros, me compré una sortija


saboreando algodón de azúcar

          

En los Chorros de Milla, peces

          

          En Los Aleros                             Andrea espera su cédula de identidad

         

Esperando en la parada                         Comprando dulces

                 

Como el perro labrador de Bolívar, Nevado


           




       

En la plaza Bolívar

      






     
  

Lugareños, imprenta    

   
cuadros pintados con chimó

   

No podía faltar el teatro, cuando llegamos había música y bailé

     
          Él nos estaba indicando un acuario y un museo
    
Aquí estábamos en el centro de Mérida, la iglesia
       


              La heladería Coromoto con todos los sabores
En el hotel

   
Mi habitación





Y bueno, me encontré con europeos que decidieron huir de sus países y encontraron en Venezuela un apoyo, un hogar, un reposo para sus días agitados o perseguidos, me imagino que ya sus cuerpos estarán en reposo eterno, o quizás no, por la vida tan agradable que llevan o han llevado, ya que hicieron de sus profesiones antiguas un arte aquí en América, enseñando a los más jóvenes el conocimiento que da continuación a más aprendizajes.



      







        


   



lunes, 14 de septiembre de 2020

HOTEL PÁRAMO

Uno de los lugares a donde íbamos de turismo  era a Mérida, un lugar de paz enclavado en la cordillera de los Andes, este viaje efectuado en el año 2010.

En esta oportunidad visitamos el hotel  Páramo La Culata, recorrimos sus instalaciones, pasamos un día muy bueno, mientras estábamos alojadas en otro hotel, aquí  muestro las fotos.


Estas son dependencias del lugar

Las niñas pasearon con los animales


Había animales de granja 

Un conejito

Pista de patinaje


 
Gabi se cayó patinando

Ya bajaban las nubes frías

Alquiler de bicicletas

Entrada a un espacio de reuniones

Lagunas donde hay peces


Buscando animalitos

Paseando
Edificio del hotel

vegetación 

Vista desde arriba

Pasamos un día muy bonito, que fue más bien una venta de un cupo para las instalaciones, nos agradó mucho, pero sencillamente nosotras no fuimos a comprar cupos, sino a gastar lo que llevamos en las vacaciones anuales


No permitamos que otros seres nos roben la energía, 

seamos luz en el ambiente donde estemos, 

que esa luz repercuta en otras estancias compartidas, 

con creaciones positivas de afecto  y empatía.


Aquí dejo el enlace para ir a medicina tradicional

https://carjosbarreto.blogspot.com/

o qué ventajas le he visto al aguacate