La lluvia cae muy torrencial
corre en el campo su trajinar
siembra y florece
su semillita de amor y paz
Salen las hadas
van a bailar
y en sus vestidos relampaguean
miles de estrellas con la alegría del corazón
Los duendes miran
ven y suspiran
porque las hadas
están bailando con emoción.
Con travesuras
risas y saltos
se lanzan todas
hacia estas diosas
que las esperan
con su canción.
Pero de pronto
una ninfa azul celeste
con los cabellos
igual que el sol
le lanza rayos
a los danzantes
mientras se hundía
y los atrapaba
bajo el nadir.
Con muchas risas
y un gran jolgorio
bailaron todas
mientras el hada
hace cristales
de escarcha y oro.
Todo el ambiente abrillantado
la fuerza de agua cristalizada
rayos dorados del sol viviente
y estos seres de gran dulzura
lanzando cantos
que engarzan lirios
árboles, frutas
y
la semilla del hombre-niño
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