Producto netamente venezolano
Una escuela sin niños es como tele sin pantalla o como mesa sin patas, como hornilla sin calor o un lápiz sin su respectiva mina, un dormitorio sin cama, ventilador sin sus aspas,o una guitarra sin cuerdas, como un cuerpo sin sombra, o un pantalón sin la pierna, o Navidad sin regalos, así que para lograr que el niño aprecie la escuela es preciso brindarle empatía y amor, hablarle sin tachaduras extremas ya que esos infantes de seis, siete, ocho, nueve, esforzándose están en cumplir como un adulto, viendo, cómo agradar a sus padres, mentores y comunidad. Todos merecen tener unos padres que los cubran, unos maestros de apoyo, diligentes, fuertes, sabios, que los niños al mirarlos se sientan sublime, bien, que tienen lo más grande,regalo portentoso que les ha dado la vida, pero jamas lo dirán si alguno de estos permite que de su boca se salga una palabra no acorde, desafinada o sin tono y con ojos de villano.Vamos a cuidar a nuestros niños de tanta barbarie sin nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario