Mostrando entradas con la etiqueta aliños. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta aliños. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de abril de 2021

¡QUE DESPRECIO! Y AHORA QUÉ?


  En mis tiempos de actividad como directora de una escuela de primaria, me tocaba entregar unos documentos en la casa de uno de la directiva, quien se encargó de recibirlos; salí de mi casa con todos los documentos  y me fui hasta allá, agarré mi volkswagen, y me fui por la carretera de Santa Bárbara,  que era a donde debía llegar, lo estacioné, me bajé y toqué; el caballero en cuestión estaba en su patio comiendo un sabroso plato de caraotas, yo le ví su almuerzo sin ningún tipo de  aprehensión, pero él si se sintió cohibido por la pobreza de su comida; seguimos hablando mientras terminaba su plato, sobre diferentes tópicos atinentes a la documentación entregada, ya terminadas todas las recomendaciones de parte y parte, me levanto, me despido y le echo una última mirada a su mesa, cuyo plato había quedado completamente vacío, me imagino por lo sabrosas que estaban aquellas caraotas, bien condimentadas con un buen surtido de aliños, ajo, cebolla, ají dulce, comino, cebollín, chicharrón, yerba buena, cilantro, perejil, acompañado con bollitos de harina pan, plátano maduro, queso rallado y mantequilla:

Toda una exquisités era lo que se estaba comiendo, lástima que no me invitó también a almorzar, pero yo lo había hecho ya en mi casa antes de salir; cuando él me observa la mirada, quizás me delató las ganas de probar aquella delicia, se levanta, sobándose la barriga, se despide, y con pena porque yo no lo encontré comiendo faisán, me dice: _¡Josefina no le vayas a decir a nadie que me viste comiendo caraotas!, 



Reflexionando acerca de lo que nos sucede hoy día, que las caraotas se han convertido en un plato de lujo, y además ansiadas  porque muchas veces no podemos obtenerlas y para adquirirlas debemos gastarle una buena cantidad de dinero que no tenemos y debemos conformarnos con las bolsas de granos que trae la caja de los alimentos.

Mientras escribo esto, estoy degustando un sabroso plato de caraotas con casabe, otro casabe con chocolate hecho en casa  y dulce de lechosa de mis matas, que también preparé hoy y una buena  taza de café  negro. ¡salud!.

La necesidad nos ha hecho buscar otros medios para quitarnos el estrés por gustos, gracias a los que nos deben ésto, ya que el que la hace la paga y donde compran también venden, no es una amenaza es justicia, es equilibrio, es la balanza.