Mostrando entradas con la etiqueta brindis. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta brindis. Mostrar todas las entradas

miércoles, 24 de agosto de 2022

DE FIESTA CON DANIEL M.D.

 

Recuerdo con satisfacción la fiestecita que Daniel Mirabal y familia le hicieron a la grandecita de la casa: Alejandra, en su cumpleaños número once, justamente también para celebrar la recuperación de la casa que por más de quince años le fue arrebatada a Daniel, después del fallecimiento de mi querida amiga Omaira de Mirabal, y cuyo hogar permanecía en total oscuridad,  puertas cerradas, sin vida, y cuando entré después de recuperada la casa, mi asombro fue mayor cuando contemplé que todo lo que Omaira había construido para tener un palacio, quedaba en el más bajo deterioro. Vaya vergüenza o desvergüenza en lo que quedó convertida esa vivienda, amada por Omaira, la cual cayó en manos depredadoras y disponedoras (Ir en contra de lo establecido por el universo). 

Bueno, lo importante del caso es que pudieron darle otra alegría a la niña, con la invitación de sus amiguitos, hembras y varones, entre ellas a mi nieta Victoria, que estaba ansiosa por disfrutar de ese momento y su compañía.


Allí bailaron, comieron chucherías, por supuesto la torta, brindamos, cantamos el cumpleaños feliz y cantamos con un aparato de sonido, órgano o piano?, traido por el músico Toñito, que nos indicaba la nota en la que participaría, para que el profesor Vilanova tocara con el cuatro. Hicimos todos, nuevos amigos.

La profesora Carmen Antoima cantó "El Nido",  y su hija cantó "La casa bella", Vilanova cantó varias, como:" hoy corté una flor", Toñito también cantó: "Leonela" fue una de ellas, yo canté "Caminemos", un caballero que conocí esa noche, cantó  "el beso", Tibisay nos acompañaba, y lo mejor fue que contamos con la voz de Ivonne para aplaudir y festejar su interpretación fenomenal: "Madrigal".

 
Con esto, nos despedimos después que anocheció, tranquilos, frescos, riendo, echando broma, nos fuimos caminando por el medio de la calle y la primera que se despidió fuí yo..... chaoooo... hasta mañana y hasta la próxima fiestecita, reunión, celebración, porque en Venezuela lo que nunca dejamos de celebrar son los cumpleaños, aunque lo que tengamos a mano sea una exquisita arepa salada sin relleno, como nos tocó hace unos años, en el 2015.


viernes, 22 de enero de 2021

DESPEDIDA


 
Como "recordar es vivir", viene a mi memoria un bonito momento a finales del 2014, en la Unidad Educativa Estadal José Félix Ribas, cuando la Comisión de Cultura preparó junto con algunas de mis compañeras de trabajo, una despedida por mis veinte años de labor en esta escuela donde ejercí como maestra de aula, asímismo como Maestra de Educación para el Trabajo y para cerrar mis años de servicio, como Bibliotecaria,  encargada a su vez del Programa Nacional con las computadoras Canaima, en la Sede antigua y la recién inaugurada, ya que los maestros me rechazaron como Subdirectora, cargo para el cual me había propuesto una persona que estaba encargada de la Subregión Educativa Valles del Tuy (Se agradece, de todas maneras por la deferencia hacia mi, y porque me conoce y sabe que mi único fin y objetivo en una escuela es trabajar con Pedagogía y que siempre he sido una persona creativa que no me rindo ante las dificultades).

En fin, mis compañeras prepararon la despedida en una urbanización cerca de la autopista Charallave Caracas, en la casa materna de una de las jóvenes maestras, una vivienda bellísima, de dos o tres plantas, con jardín espacioso, piscina y baños, cocina aparte en el exterior, muy cómoda.

Llegamos a esa vivienda antes del mediodía, disfrutamos, bailamos, comimos y para salir la señora de la casa nos conmina a brindar con el mejor de sus licores, que cómo iba a ser posible que no fuéramos a brindar en una despedida de jubilación? y... nos entregó una botella, mejor dicho: ¡destapó una botella!. Yo no tomo, ¡pero nada!, y estaba con el vasito en la mano, disimulando hasta el momento en que pudiera dejarlo, sin ofender, y hasta que se me presentara la oportunidad.

Mientras, nos tomábamos fotos, nos reíamos y nos divertíamos por andar paseando un "pobre" vasito de vidrio con un contenido "rico", y que yo necesitaba mirar a quién encargárselo. ¡Me moría de la pena! Desde aquí mi estimada señora, muy agradecida por prestarnos su bella casa para disfrute de nosotras en mi despedida de Educación. Y a mis compañeras, Eulogia, Liz, Liliana, Libia, quienes fuimos las últimas que salimos y nos fotografiamos  para cerrar con broche de oro (con el pecado en las manos).