Mostrando entradas con la etiqueta jubilación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta jubilación. Mostrar todas las entradas

sábado, 6 de agosto de 2022

COMPARTIR LA DESPEDIDA




Bueno, llegó la hora de la despedida del año escolar 2021-2022, fue contratado un espacio en el centro de Ocumare, creo que se llama Uripagua u otro nombre similar, debíamos esperarnos en la plaza Miranda para dirigirnos juntas y juntos al lugar donde íbamos a compartir un rato. Entramos y nos fuimos reuniendo magnetizadas por energías y colores, por pensamientos, por bioquímica, por conciencia, porque es muy importante cuidar nuestros pensamientos en pos de nuestra buena salud; como nadie escapa a eso nos sentamos a disfrutar del espacio que entre todos habíamos contratado, para cumplir con  los deseos de reunirnos fuera del horario escolar, encasilladas durante el año, nada más que en el cuido y observación de los niños, que como todos sabemos requiere de todas nuestras experiencias, conocimientos y paciencia para que nada les acontezca, se dañen, sufran, o se depriman por cualquier sinrazón. 
Estuvimos allí unas buenas horas, tomamos  refrescos, almorzamos, cada quien con su pedido personalizado, por lo menos  mi plato fue ensalada cocida, carne a la primavera, arroz blanco, jugo de patilla; escuchamos música latina, algunos bailaron, La maestra Yomarvin preparó la torta de cumpleaños para la maestra Liliana, por lo que cantamos "cumpleaños feliz" de Emilio Arvelo, la directora Élida le dio un presente de golosinas a la maestra Norquis, quien se despide de nosotros por jubilación, es decir cumplió con su trabajo durante el tiempo normal de ejercicio docente en el Estado Venezolano. 
Bien, nos despedimos hasta el próximo año escolar 2022. Felicidades a todos.
 

lunes, 24 de mayo de 2021

ABUEEELAAA

 

Me voy a presentar: Yo soy la maestra Josefina Barreto. bueno así me identifican todos los que me conocen; empiezo así por unas palabras esclarecedoras que tuve con una principiante en Educación, lo cual pasó así: Un día, paso por su aula y de repente escucho que alguien dice, junto con sus alumnos: abueelaaa, volteo a ver a quién están saludando y la única persona que estaba caminando por ahí, ¡era yo!, entonces me dije: ¡Ah! es a mi a quien se están dirigiendo, pero como en esta escuela yo tengo un título, un nombre y un apellido, pues no debo sentirme aludida, y seguí mi camino. 
Segundo día, escucho, otra vez, por la misma persona, frente a sus alumnos, pegar un grito y decir: abuuueeelaaaa; ahí si había sentido sangre en mi cara, y sencillamente la llamé, Hablando bajito, para que ninguna otra persona se percatara de mi molestia, le expuse mi preocupación por la cual ella me estaba cambiando el nombre que me había ganado a través del tiempo de servicio y le dije que no se preocupara que ya, yo estaba de salida, pronto, dentro de unos pocos meses iba a salir jubilada y les iba a dejar el cargo, que mi nombre no era abuela, mi nombre era, ahí y en cualquier parte: Maestra Josefina; que la palabra abuela era con mis nietas y en mi casa, que yo entendía que se preocupara por mi edad y que aún estuviera trabajando, pero que ya me iba, porque mi jubilación ya estaba lista (Palabras más, palabras menos así sucedió). 
No es que me avergüence del calificativo "abuela", porque se lo acepto a un niño, que confundido me dice abuela recordando a la suya cuando se dirige a mi; pero un adulto (joven, pero ya adulto)que se disponga a faltar el respeto por la "guachafita" o buscando que yo entre en ese canal de sobrenombres, "tú me dices y yo te digo", o "tú me pones un apodo y yo te pongo otro", no, eso es inaceptable, eso es muy feo, eso no es de personas cultas y mucho menos de una persona que trabaja en Educación, con el agravante de que yo, para ese momento podía ser su abuela, y por lo tanto merecía RESPETO, y como eso es lo que yo doy: RESPETO para que me respeten. 
Bien con este relato podemos constatar que siempre en la vida vamos cometiendo errores que debemos encauzar, perdonarnos y pasar la página (que falta más).

viernes, 22 de enero de 2021

DESPEDIDA


 
Como "recordar es vivir", viene a mi memoria un bonito momento a finales del 2014, en la Unidad Educativa Estadal José Félix Ribas, cuando la Comisión de Cultura preparó junto con algunas de mis compañeras de trabajo, una despedida por mis veinte años de labor en esta escuela donde ejercí como maestra de aula, asímismo como Maestra de Educación para el Trabajo y para cerrar mis años de servicio, como Bibliotecaria,  encargada a su vez del Programa Nacional con las computadoras Canaima, en la Sede antigua y la recién inaugurada, ya que los maestros me rechazaron como Subdirectora, cargo para el cual me había propuesto una persona que estaba encargada de la Subregión Educativa Valles del Tuy (Se agradece, de todas maneras por la deferencia hacia mi, y porque me conoce y sabe que mi único fin y objetivo en una escuela es trabajar con Pedagogía y que siempre he sido una persona creativa que no me rindo ante las dificultades).

En fin, mis compañeras prepararon la despedida en una urbanización cerca de la autopista Charallave Caracas, en la casa materna de una de las jóvenes maestras, una vivienda bellísima, de dos o tres plantas, con jardín espacioso, piscina y baños, cocina aparte en el exterior, muy cómoda.

Llegamos a esa vivienda antes del mediodía, disfrutamos, bailamos, comimos y para salir la señora de la casa nos conmina a brindar con el mejor de sus licores, que cómo iba a ser posible que no fuéramos a brindar en una despedida de jubilación? y... nos entregó una botella, mejor dicho: ¡destapó una botella!. Yo no tomo, ¡pero nada!, y estaba con el vasito en la mano, disimulando hasta el momento en que pudiera dejarlo, sin ofender, y hasta que se me presentara la oportunidad.

Mientras, nos tomábamos fotos, nos reíamos y nos divertíamos por andar paseando un "pobre" vasito de vidrio con un contenido "rico", y que yo necesitaba mirar a quién encargárselo. ¡Me moría de la pena! Desde aquí mi estimada señora, muy agradecida por prestarnos su bella casa para disfrute de nosotras en mi despedida de Educación. Y a mis compañeras, Eulogia, Liz, Liliana, Libia, quienes fuimos las últimas que salimos y nos fotografiamos  para cerrar con broche de oro (con el pecado en las manos).