¡BASTA YA!.- Poesía

¿Qué busco de la vida?

¿Será felicidad?

¿Será conocimiento?

¿Será la belleza o la virtud perdida?

¿Será la riqueza, que me impulsa a desvariar?

¿Dónde está la virtud de mi ser?

¿Dónde está el amor al desapego?

¿Dónde están mis pasos firmes hacia una actitud de ofrenda?

¡No quiero seguir siendo como una hoja en el viento!

¡Basta ya de repetir situaciones inconclusas!

Entregar, pero arrancadas

lo que la vida me pide

o

sumirme en el dolor,

la amargura

y 

el desprecio,

para todo aquello 

que no concuerde con mi filtro.

Decir tu nombre mil veces

¡Espíritu Divino de mi Yo Superior!

Elevar mis pensamientos

Siempre espontáneamente

Practicar con lo humano

Con amor y devoción

La caridad, tolerancia

Y un mínimo de comprensión. (Abril 2.000)

QUIERES HACER TU FIRMA PERFECTA???

 Hace mucho tiempo me prestaron un libro de Vimala Rodgers CAMBIA TU ESCRITURA PARA CAMBIAR TU VIDA, un viaje de transformación interior, de la Editorial Urano, con fecha 1997, que particularmente se me olvidó "regresar" y aún lo atesoro con predilección.

TÈCNICA PARA HACER TU FIRMA.  

Sugerencias:

1.- Subraya tu firma cada vez que tengas que registrar tu nombre. (Subrayar es colocar una raya debajo)

2.- En aras de la suavidad, utiliza un trazo curvilìneo en lugar de un trazo con aristas. (Curvilìneo es una lìnea curva. Aristas son filos)

   

                        
3.- Tus trazos deben terminar hacia la derecha

4.- Terminar en la derecha, infundirà un sentimiento de confianza en tì mismo, sin ser invasor y no tardarás en encontrar una forma que te se propia.

5.- Explotarás tu creatividad empezarás también a vivirla.

6.- Haz tu firma del mismo tamaño que tu letra habitual.

7.- Si escribes muy pequeño, aumenta al doble el tamaño de tu letra.

8.- La vida es demasiado breve para que pasemos inadvertidos

9.- Con tu firma, haces una declaración, proyectas tu imagen hacia el exterior.

10.- Subráyala modestamente al principio.

11.- Luego, cuando te sientas cómodo, sé más osado.

12.- Escribe tu propia firma, una firma que se adecúe a lo que tú dices ser.

13.- Si penetras de puntilla a tu yo creativo, dibuja el subrayado a lo largo de tu firma, suavemente, sin aristas.

14.- Si te sientes cómodo, tal vez te divierta prolongar el último rasgo con un toque suavemente creativo.

  15.- Es preferible no envolver tu firma en un trazo circular, lo que simboliza a alguien atrapado dentro de sí mismo, alguien que necesita protección de las influencias externas.

16.- No olvides acabar el último rasgo hacia la derecha

17.- Cuando una firma acaba hacia la izquierda, la persona que firma mira hacia el pasado en busca de aprobación, de soluciones y de reconocimiento.

18.- La sugerencia es subrayar, no envolver en un óvalo.

19.- No se trata de tirar una línea por encima del nombre (no te neutralices tú mismo)

20.- No hay que crear un último rasgo, anguloso, analítico y crítico. ¡Sólo hay que subrayar!

Al incorporar estos cambios metódicamente, se empieza poco a poco a desenterrar las capacidades creativas únicas y a expresarlas como sólo tú puedes hacerlo.

Viniste a este mundo con tu propia naturaleza especial. Nadie ha vivido ni expresado la vida desde tu perspectiva, desde tu amalgama única de experiencias, o con tu estilo único. Y por los siglos venideros nadie más que tú podrá hacerlo. Tus dones son tuyos y exclusivamente tuyos. Si decides no transformar estos dones en acción creativa, morirán contigo, y jamás volverán a vivir de la misma manera. La decisión está en tus manos. 

Conclusión: El libro habla sobre los trazos de todas las letras, "ya que cuando alteramos trazos específicos o relaciones espaciales en nuestra escritura también estamos alterando, o en vías de alterar, nuestra manera de ver la vida". Esos logros están dados, por la obtención de integridad, saber escuchar, autodisciplina, entusiasmo, perdón, pensamiento fluído,  paciencia, voluntad de riesgo, ser aquí y ahora, la amistad, la sencillez, el resentimiento, la creatividad, el sentido de lo maravilloso,  la gratitud, a lo que se puede llegar modificando la escritura. 

  

ABUEEELAAA

 

Me voy a presentar: Yo soy la maestra Josefina Barreto. bueno así me identifican todos los que me conocen; empiezo así por unas palabras esclarecedoras que tuve con una principiante en Educación, lo cual pasó así: Un día, paso por su aula y de repente escucho que alguien dice, junto con sus alumnos: abueelaaa, volteo a ver a quién están saludando y la única persona que estaba caminando por ahí, ¡era yo!, entonces me dije: ¡Ah! es a mi a quien se están dirigiendo, pero como en esta escuela yo tengo un título, un nombre y un apellido, pues no debo sentirme aludida, y seguí mi camino. 

Segundo día, escucho, otra vez, por la misma persona, frente a sus alumnos, pegar un grito y decir: abuuueeelaaaa; ahí si había sentido sangre en mi cara, y sencillamente la llamé, Hablando bajito, para que ninguna otra persona se percatara de mi molestia, le expuse mi preocupación por la cual ella me estaba cambiando el nombre que me había ganado a través del tiempo de servicio y le dije que no se preocupara que ya, yo estaba de salida, pronto, dentro de unos pocos meses iba a salir jubilada y les iba a dejar el cargo, que mi nombre no era abuela, mi nombre era, ahí y en cualquier parte: Maestra Josefina; que la palabra abuela era con mis nietas y en mi casa, que yo entendía que se preocupara por mi edad y que aún estuviera trabajando, pero que ya me iba, porque mi jubilación ya estaba lista (Palabras más, palabras menos así sucedió). 

No es que me avergüence del calificativo "abuela", porque se lo acepto a un niño, que confundido me dice abuela recordando a la suya cuando se dirige a mi; pero un adulto (joven, pero ya adulto)que se disponga a faltar el respeto por la "guachafita" o buscando que yo entre en ese canal de sobrenombres, "tú me dices y yo te digo", o "tú me pones un apodo y yo te pongo otro", no, eso es inaceptable, eso es muy feo, eso no es de personas cultas y mucho menos de una persona que trabaja en Educación, con el agravante de que yo, para ese momento podía ser su abuela, y por lo tanto merecía RESPETO, y como eso es lo que yo doy: RESPETO para que me respeten. 

Bien con este relato podemos constatar que siempre en la vida vamos cometiendo errores que debemos encauzar, perdonarnos y pasar la página (que falta más).

MILAGROS

 Para vivir en el mundo, hay que aferrarse a la idea de que hay que vivir buscando los milagros, ya sea tardíos de uno o dos meses y los rapiditos que son al momento que surge la necesidad. Yo siempre he  usado la metafísica como el motor de arranque para lograr muchas de las cosas que he obtenido, con transparencia, tranquilidad, sin angustiarme, porque lo primordial es saber que si tienes una piedra en tu camino, la saltas y no piensas en eso, hasta que llegas a tu objetivo, buen objetivo que no le hará daño a nadie, ni ofenderá a nadie.

Por ahí dicen que cuando uno dice malas palabras, groserías, vulgaridades, pues debe aceptar que algunos bichitos se peguen en el aura, uno por cada palabra mala emitida, creada por ti, convirtiéndose en tu hijito, bichito que desaparecerá cuando te echas un baño.  Bichitos que molestarán el desempeño de tu vida. (Y ahora pienso en que los brujos te mandan a comprar un poco de montes y esencias para que te eches un baño, pues resulta que solamente el baño con agua limpia te lava el aura sucia por todas las cosas que emite tu boca). 

Hay que estar bendecida, sentirse bendecida y decirlo: Estoy Bendecida, Estoy Bañada en Luz; Todos los días, en todos los aspectos me voy poniendo cada vez mejor, y esta última que me estoy aprendiendo: Suelto y Confío, que aunque lo he practicado durante toda mi vida, la vengo a escuchar es ahora, porque yo lo que decía antes era: Entrego esa factura y no tengo más nada que ver con ella. 

Y como para no olvidar que los milagros siempre existen, en días pasados se me perdió un cuaderno con cosas anotadas, empecé a buscarlo y nada que lo encontraba, busqué en la ruma de libros y cuadernos viejos: nada, busqué en la biblioteca: nada, en mis cuadernos: nada; y así seguí, hasta que me devolví, me senté a pensar dónde estará y pronuncié mi mantra: Espíritu Divino de mi Yo Superior ayúdame a encontrar lo que he perdido, o Llévame directamente a lo que he perdido, me levanté y volví a revisar mis cuadernos y en el lote que agarré de primera mano, ahí estaba el cuaderno escondido. Gracias Padre que ya me oíste.  Claro, lo encuentras sino ha sido movido de tu habitación o de tu casa, pero cuando es robado y está fuera de tu espacio no va venir por los aires y te va caer en la cabeza, aunque a Conny Méndez le sucedió así y un billete que pidió, le llegó volando de los aires, lo que me pareció inaudito, incomprensible y fantástico. 

En otra oportunidad, en la que en esta casa todo se les pierde y nunca encuentran nada, se había perdido algo, sería una cédula, sé que era algo importante; me dispuse a buscar en mi biblioteca y nada, entonces me senté, dije mi mantra: "Espíritu Divino...", me levanté, me fuí directo a la cocina, a tocar una tapa y en uno de los potes de cerámica, ahí estaba el objeto perdido.

Es sumamente fácil vivir así, esperando que siempre pase lo bueno, lo que necesitas, sin pelear, sin criticar, sin vociferar, o maldecir, es fácil, hay que aprovechar las lecciones de Conny Méndez en sus libritos de Metafísica y aplicarlos a la vida. Debemos recordar que cada moneda tiene dos caras y podremos saber las razones de una persona en actuar de determinada forma, pero la razón escondida no la sabemos, así que mejor no nos metamos en eso para no cometer errores y evitar la  creación de karma, que con la que tenemos es suficiente.

Había también otra máxima, que aprendí cuando era activa en CAFH , que decía que cundo uno le quitaba la bolsa de pan del pobre, se lo cargaba a la espalda, y ese peso lo llevaba uno sin ninguna necesidad. Que cada quien lleve su bolsa, ninguno está obligado a quitarle esa bolsa a otro.

¡AY! ¡MI TORTA!...

Los niños estaban pequeños, uno a año y medio, aún usaban pañal, pero la tremendura subía con el calor del termómetro, todo era risas y jolgorio, nos reíamos y divertíamos con cada ocurrencia que se suscitaba en esas mentes en crecimiento.

No habían botado los chupones y cuando escuchaban música en la radio, ya empezaban a dar pasos de baile, sobre todo Gabo que venía entrenado de su casa en Caracas, me imagino que por el  padre y estaba enseñando a Gabi. 

Pero llegó mi cumpleaños y me fue comprada una exquisita torta de chocolate, como de dos kilos, que repartimos entre nosotros y más de la mitad había quedado en la nevera para ir degustando sus sabores poco a poco.

Me recosté un rato y no había ruidos proveniente de niños alborotando, Andrea estaba en su computadora, volteo a la derecha y veo a dos criaturas con la nevera abierta, comiendo torta con las manos,

agarraban los pedazos con sus manitas, todo lo que podían y se lo llevaban a la boca, a cada bocado suspiraban y se saboreaban, con la lengua mocha tenían este diálogo y se empujaban para que a cada quien le tocara un pedazo de torta: _¡Ve tú!, 

_¡Ya!, ¡ahora me toca a mí!, 

-¡Anda, come!, 

_¡Yo voy ahora!. Así que, me devolví a mi cuarto, tomé mi celular, me coloqué a su lado, no me percibieron. Esto era lo más cómico del asunto, que yo estaba al lado de ellos fotografiándolos, cambiaba de lugar a cada rato, y los niños sólo entusiasmados con la torta, y hablando del turno de cada uno y a mi no me veían, en vista de que no se detenía su comilona, pegué un grito, que más que grito fue una carcajada: 

¡AJÁ! ¡LOS CACÉ!. 

En menos de lo que canta un gallo han salido corriendo para cualquier parte hasta que se encontraron los dos en la puerta  de salida al patio interno y les tomé la penúltima foto, porque después de ahí se fueron a sus habitaciones y se quedaron profundamente dormidos haciendo digestión de la torta que se desapareció por completo.

Fotos para el recuerdo.