ALITAS NUEVAS

 Elith es un ángel de cara redonda como el sol y alitas blancas como una nube del primer día de primavera.

Su instructor de vuelos celestiales se comunicó con ella un día, conminándola a ganarse un premio que consistía en otro par de alitas nuevas.

Decidida a optar por el mencionado premio, se llegó ante su jefe inmediato, con la razón de saber cómo haría para adueñarse del ansiado trofeo; su jefe le contestó que debía enviar a la tierra muchos pensamientos de matiz delicadamente rosado, o azul más o menos vivo y hermoso a jóvenes de mente pura y de corazón bueno.

Lo que ignoraba Elith era cómo teñir los pensamientos con esos colores, porque en uno de sus tantos viajes que hizo a la tierra, vió muchos de ellos de color rojo cardenal, surgidos de nubes oscuras, que representaba la cólera brutal; otros de color rojo ladrillo por la cólera y la ira, y unos azul oscuro porque los pensamientos eran egoístas.

Aún así emprendió su viaje otra vez, con muchas esperanzas de ganarse otro par de alas, pues las que tenía estaban algo aporreadas, ya que a ella le gustaba muchísimo saltar por entre los cables eléctricos, para salvar a las aves de caer electrocutadas; pero esta vez lo haría en vuelo de observación.

Cansada, de vez en cuando asfixiada por el calor que producían esas ráfagas, se acostaba sobre una nubecita blanca como el algodón, a planificar la jornada siguiente, y no era la primera vez que se quedaba completamente dormida; así pasaron los días y Elith soñaba con lo sutil y armoniosa que podría ser la tierra si todos tuvieran el corazón como ella lo buscaba, cuando de repente, ....

llegaron hasta ella unas chispas de refulgente matiz rosado que le hablaban del amor, la amistad, la benevolencia, y se despertó sobresaltada, para llegar hasta  donde estaba eso milagro; allí vió un par de niños salvando un gato de los colmillos de un perro, más allá un joven obedeciendo a sus padres, e iban dos viejecitos a cruzar la calle, mientras un minúsvalido con una muleta, detenía el tráfico; en lo alto de la colina otros niños cantaban a su Dios y nubes azules sin contornos definidos cubrían todo el ambiente, inclusive, de su seno brotaban a veces, como lluvia de chispas, unas brillantes estrellas de color dorado.

De esta manera, Elith devolvió muchos pensamientos de color rosado y azul; como premio le fueron entregadas su otro par de alitas, tan pero tan exquisitamente blancas como una alborada, y  con el orillo de oro, que con una radiante alegría se las colocó inmediatamente debajo de los bracitos y su cara como tocada por una varita mágica se cubrió inmediatamente de pecas, que como maripositas saltaban en todas direcciones hasta quedar fijas. 

LOS PINTORES DEL TUY

 Hoy, decir MAPOTUY, es hablar de los artistas plásticos de Ocumare del Tuy, Municipio Bolivariano Tomás Lander, quienes el 24 de marzo 2012 arribaron a su primera década de actividad cultural, artística y educativa. Tesonera y perseverante labor de un grupo de artistas que fundaron dicha institución, sin fines de lucro, pero con la decisión de mostrar sus creaciones y vivencias, la presencia del Arte Plástico en este terruño prolífico en intelectuales, músicos, escritores y artistas.

Hilando recuerdos y entretejiendo nubes, recordamos a los fundadores que iniciaron actividades con la 1ra Exposición Colectiva "Presencia en la UCV", Facultad de Arquitectura en Caracas, entre ellos Julita Méndez, Eunice León, Josefina Mirabal, Teresa Yolanda Oporte, Jesús Arvelo, Ygnacio Guzmán, Fredys Navas, Pedro Rengifo, Sergio Ochoa, Efrén Centeno, Alfonso Pérez, Manuel Meneses, Williams Viloria, Gisela Hernández y Carlos Arvelo. 

Algunos de ellos decidieron tomar otros rumbos, pero a la vez se han incorporado Jazmín Requena, Dora Díaz de Barreto, Elizabeth Vilanova, Doris Perdomo, José Fuentes y Zenaida de Martínez.

Vemos en sus obras gran calidad, la emotividad y el concepto, la conciencia, realidades, fantasías y sueños; se expresan en los lienzos y se transmiten por la magia de las líneas, formas, trazos, colores, luces y sombras, texturas del mundo mágico y a veces insondable del artista, pincel, espátula, los dedos u otras herramientas que nos llevan a ese mundo mágico.

En este tiempohemos ido creciendo y haciendo labor educativa, aumentando la conciencia ciudadana a la cultura del museo, la observación de las obras y la crítica constructiva; la necesidad y el conocimiento de saber y participar en este mundo, de la magia y realidad del artista, para que cada día, niños, jóvenes y adultos se sientan atraídos a expresar con sus obras, alegría entusiasmo, asombro y observando la realidad, transformarla hacia el mundo creativo del artista en el momento que vive su espacio y por decir: ¡Yo aprendí! ¡Yo sí puedo! 

Tomado del díptico: Homenaje al Artista Plástico Carlos Arvelo, elaborado por la pintora Teresa Yolanda Oporte.

Recuerdo que una vez estuve invitada a participar en MAPOTUY, para que expusiera una de mis obra y llevé una mandala, y me llevó más atrás, cuando inauguramos la Primera Muestra de Pintura Juvenil el 12 de febrero de 1974, en el Ateneo de Ocumare del Tuy, junto a otros personajes cuyos nombres son: Isidro Herrera, Eladio Marcano, Miguel Rodríguez F., Ramón Antonio Orta, Carlos Eduardo Lameda N.

En esa oportunidad expuse: Anémonas, Cansancio, Paisaje Barloventeño, El Palo del Ahorcado, Tormenta, Naturaleza Muerta, Amanecer, Rosas y Usos y Desusos.

De Isidro: Perfil, Barilongo, Los Monjes, Desolación, Retrato, Florero Azul.

De Eladio: Atardecer en la Playa, Entrada de Ocumare, Paisaje, Perfil, Adorno Floral.

De Carlos: Yare

De Miguel: Acuarela 1, Acuarela 2, El Viejo Liceo.

De Ramón: Bodegón, Florero, Paisaje Cálido, Iglesia de Ocumare

 Todos nos hemos distanciado, cada quien cumpliendo sus preciadas metas, en este mundo o en el otro, pero siempre caminando.